La planta, donde se fabrican aderezos, está ubicada en Villa Mercedes, provincia de San Luis.
La compañía acusa a sindicalistas de realizar “maniobras delictivas”
En medio de un extenso conflicto sindical con el sindicato de Obreros y Empleados, Aceiteros y Desmotadores (SOEAD) de Villa Mercedes y Río Cuarto, la marca de margarina y aderezos Dánica anunció el cierre de su planta en Villa Mercedes, San Luis.
Allí trabajan 172 operarios. La empresa fue fundada en 1936 por el inmigrante danés Christian Boll y es desde fines de 2018 propiedad del Grupo Beltrán, una firma cordobesa dedicada a los negocios frigorífico y lácteo que a su vez se la había adquirido al grupo brasileño BRF. “La empresa están mandando los telegramas de despido, con causa”, dijeron allegados a Dánica.
“Luego de un extenso conflicto donde Dánica intentó por todos los medios lograr un acuerdo favorable para todos sus colaboradores de la planta de Villa Mercedes, la empresa ha decidido proceder al cierre de sus operaciones en esa ciudad. El motivo de la decisión es la imposibilidad de operar en condiciones de seguridad y legalidad, dado el quiebre de todos los marcos normativos y legales por parte del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros y Desmotadores (SOEAD) de Villa Mercedes y Río Cuarto”, destacó la compañía en un comunicado.
Según Dánica, el gremio incumplió un acuerdo vigente hasta el fines de mayo y en el que se regulaban “las relaciones entre la empresa y los trabajadores bajo el amparo de la autoridad laboral” que homologó el Ministerio de Trabajo.
“El Sindicato nunca participó de buena fe sino, por el contrario, obstaculizando las negociaciones y afectando la pronta resolución de las diferencias ante los trabajadores que representan. Asimismo, buscaron en todo momento cambiar las condiciones del acuerdo vigente y homologado. Por su parte, la empresa realizó propuestas de mejora del acuerdo vigente y otros beneficios que superaban ampliamente los porcentajes de recomposición de los sectores equiparables, lo que fue desconocido y desinformado a los trabajadores que representan”, agregaron.
La empresa aseguró que el gremio violó la Conciliación Obligatoria dictada por Trabajo y que “desobedecieron de manera irresponsable las instrucciones emanadas por las autoridades policiales y judiciales de la provincia de San Luis al impedir el ingreso ordenado por la Justicia a la planta de proveedores y personal propio, poniendo en riesgo la integridad de personas e instalaciones y ejerciendo violencia de género ante integrantes de la empresa”.
Entendiendo que el sindicato “está dispuesto a romper todos los marcos normativos y legales que regulan la relación entre la empresa y sus colaboradores y que desconoce las instrucciones de las autoridades y, además, pone en riesgo severo la integridad de las personas e instalaciones” la empresa cerró la planta de Villa Mercedes de manera permanente.
Propuesta y antecedentes
Dánica detalló en otro comunicado, que el 26 de septiembre había realizado una propuesta económica al sindicato. “La propuesta de Dánica, que sería de aplicación inmediata en caso de arribar a un acuerdo, es elevar en un 66% el valor de la hora de jornal. Esto representa una mejora del 177% en relación al sueldo que un trabajador percibía en septiembre del 2022, y contra una inflación en el mismo período de 124%”, ofertaron.
“Por otra parte, teniendo en cuenta que el 78% de los trabajadores de la empresa están en la Categoría D, si hacemos una aplicación concreta de esta escala propuesta, el salario estaría por encima de $415.000 de bolsillo, tal como puede verse en el ejemplo debajo”, agregó la empresa.
Se detalló que esa propuesta superaba la inflación acumulada desde el año 2020 hasta la actualidad y que el valor/hora de los empleados quedaba “un 25% por encima de los trabajadores del rubro Alimentación de la misma industria del país, incluso de las compañías multinacionales que producen aderezos”.
En 2020, también en medio de tensiones gremiales y mencionando el “desmedido reclamo salarial de los gremios de la Federación Aceitera”, la empresa había anunciado el cierre de su planta en Lavallol, en el conurbano bonaerense. En ese predio, donde fue fundada a fines de la década del ‘30 trabajaban unas 150 personas y se producían margarinas de origen vegetal. Pocos días después, la planta fue reabierta.
Un año después, en abril de 2021, anunciaron el cierre de la fábrica de San Luis, algo que entonces no pasó y ahora aseguran que es una decisión tomada y definitiva.
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