El enojo de Miguel Ángel Pichetto con los diputados libertarios
En otra jornada de tensión en la Cámara de Diputados, en el segundo día de debate de la Ley Ómnibus, uno de los que dejó su sello fue Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque Hacemos Coalición Federal, quien mostró su enojo con el oficialismo.
Minutos antes de las 8 de la noche, y mientras en los alrededores del Congreso se registraban incidentes y enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, el histórico legislador pidió la palabra y disparó contra el oficialismo. El enojo de Pichetto estaba dado, fundamentalmente, porque hasta ese momento no habían hablado los referentes de La Libertad Avanza. Pero, también, por los aplausos que los legisladores libertarios daban ante cada discurso que defendía el proyecto.
“En primer lugar, no hay nada para aplaudir, dígale a la barra que no aplaudan. Ordenemos la sesión”, comenzó diciendo Pichetto tras tomar la palabra. Luego, reclamó que “aparezcan las autoridades del oficialismo hablando, si no es el libre albedrío, cualquiera habla, dice cualquier cosa”.
Rápidamente, y mientras diputados kirchneristas y de la izquierda reclamaban que se frene la sesión por los incidentes que se registraban afuera del edificio, el excandidato a vicepresidente fijó la posición de su fuerza: “El bloque Hacemos no va a permitir que se interrumpa la labor de un poder del Estado. Lamentamos profundamente…”.
Fue en ese momento que el diputado fue interrumpido por un fuerte aplauso, lo que disparó aún más su enojo. “No, no aplaudan nada viejo, dejen de aplaudir, no sean pelotudos. Parece que están en una fiesta viejo, dejen de aplaudir”.
Enseguida, Pichetto continuó con su discurso. “No vamos a permitir (que se suspenda la sesión) porque sería violentar a un poder del Estado que es el Poder Legislativo. Lamentamos los hechos de violencia, indudablemente debe investigarse ese tema. La gente tiene derecho a manifestarse, lo que no tiene derecho a provocar actos violentos. Así que busquemos el equilibrio, vamos a seguir sesionando aquí en el recinto y que hablen los presidentes de bloque, que no hable cualquiera”.
La segunda jornada de debate de la Ley Ómnibus terminó -nuevamente- en un cuarto intermedio sin definiciones. Pasada la medianoche, el oficialista Oscar Zago propuso interrumpir el debate hasta las 10 de la mañana,mientras continúan negociando los artículos clave sobre los que aún no hay acuerdo, como la potestad de tomar y reestructurar deuda, las privatizaciones y los cambios en seguridad.
A pesar de las últimas modificaciones, todavía persisten las diferencias internas en los bloques dialoguistas, que juegan un rol determinante para conformar una mayoría que avance con la media sanción. Dentro de la UCR, un sector referenciado en Facundo Manes se muestra irreductible y rechaza darle al gobierno facultades delegadas y pretende que las privatizaciones se debatan “ley por ley” en el Congreso.
Por su parte, Hacemos Coalición Federal terminó optando por dar libertad de acción a la hora de la votación de los artículos en particular. Los dos diputados socialistas y Natalia De la Sota quieren rechazar el proyecto en general y particularmente las privatizaciones. La Coalición Cívica se muestra inflexible sobre las facultades delegadas, que su fuerza política siempre rechazó. Por último, los diputados de Córdoba Federal, que responden al gobernador Martín Llaryora, siguen amenazando con restar apoyos si no se atiene a los reclamos de los mandatarios provinciales, a los que ayer el Gobierno prometió un nuevo pacto fiscal. “La coparticipación del impuesto PAIS sigue sobrevolando en las discusiones”, explicaron a Infobae desde el radicalismo.
Fue un día de furia de las puertas hacia fuera del Congreso, con manifestaciones de los sectores de izquierda reprimidas por la Policía, que aplicó el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pero también de tensión adentro de la Cámara de Diputados. En el recinto, donde los legisladores de Unión por la Patria y la izquierda pidieron un cuarto intermedio que no fue concedido.
En el oficialismo sintieron durante todo el día que la vocación de la oposición más dura fue trabar y alargar el debate parlamentario para estirar la votación. “Solo quieren retrasar la sesión”, se quejó un diputado libertario. Lo cierto es que las quejas hacia el oficialismo llegaron desde todo el arco opositor. Las más destacadas provenientes de los bloques de Hacemos Coalición Federal, UCR e Innovación Federal, claves en la negociación parlamentaria.