Julián Suárez, Director de Control y Fiscalización Pesquera, ha presentado su renuncia indeclinable. Su decisión se produjo después de negarse a despedir personal del área pesquera y recibir presiones de Cancillería para desregular la actividad. El escándalo se centra en el buque Tai An, que fue acusado de pescar merluza negra, una especie protegida y un producto de alto valor.
El ahora ex director recibió un llamado de Pablo Ferrara, un exfuncionario de Cancillería e integrante del Consejo Federal Pesquero (CFP). Ferrara, quien se presentó como funcionario de Cancillería y del CFP, cuestionó el procedimiento y afirmó que el buque no debía regresar al puerto. Esta situación inusual sorprendió a Suárez, quien llevaba más de 15 años en el área de pesca.
La renuncia de Suárez se suma a una serie de salidas de funcionarios en los 100 días de gobierno de Javier Milei. Además de Suárez, también se conocieron las renuncias del secretario de Transformación del Estado, Armando Guibert, y de la titular del Renaper, Geraldine Calvella. Asimismo, se registraron renuncias en los departamentos de Capital Humano y Seguridad.
Este episodio destaca la tensión y los desafíos que enfrenta el nuevo gobierno en su gestión de recursos pesqueros y regulación de la actividad marítima en Argentina.