El desplome del consumo de carne y el aumento de las tarifas están generando una situación crítica para las carnicerías. Veamos algunos datos relevantes:
Consumo de Carne:
La caída del poder adquisitivo en los últimos meses ha resultado en una merma del consumo. En el caso de la carne vacuna, se encuentra en su nivel más bajo en 30 años.
En el primer trimestre de 2024, el consumo de carne cayó un 17%, marcando el número más bajo de las últimas tres décadas.
El consumo per cápita de carne vacuna en marzo de 2024 se estima en 42,6 kilos/año, un 18,5% menos que en marzo de 2023.
Producción de Carne:
La faena de hacienda vacuna en marzo fue de 1,054 millones de cabezas, experimentando una importante caída interanual por cuarto mes consecutivo. Esto marca uno de los niveles de actividad más bajos de los últimos 45 marzos.
La producción de carne vacuna en el tercer mes de 2024 fue de 237 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h), lo que representa un 6,8% menos respecto a febrero y una merma del 13,3% en comparación con el mismo mes de 20231.
Impacto en las Carnicerías:
Las carnicerías están enfrentando dificultades debido a la baja en las ventas. Algunos carniceros reciben boletas de luz de 200 mil pesos y están luchando para mantener sus negocios.
Las carnicerías pequeñas de barrio también enfrentan desafíos, ya que pagan alquileres de 120 a 150 mil pesos y reciben facturas de luz y gas de 140 a 150 mil pesos. Algunas han tenido que cerrar debido a la presión financiera.
En resumen, la combinación de la disminución del consumo interno y los desafíos económicos está poniendo en jaque a las carnicerías en Argentina. Es fundamental encontrar soluciones sostenibles para apoyar a este sector vital de la economía