Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), ha expresado su preocupación por la situación de las obras públicas en Argentina.
Según sus estimaciones, entre 3.500 y 4.000 obras públicas se encuentran paralizadas, neutralizadas o suspendidas. Esta paralización ha tenido un impacto significativo en el empleo, con más de 100.000 empleos perdidos en el sector de la construcción en los últimos meces.
Weiss también abordó la cuestión del financiamiento de la infraestructura. Si bien ve positivo el papel de la participación privada en la obra pública, advierte que la experiencia internacional muestra que la participación privada no debe exceder el 15% de la inversión total. El restante 85% sigue siendo responsabilidad del Estado. Además, señaló que tanto las obras públicas como privadas han continuado disminuyendo en abril, y no se vislumbra una mejora a corto plazo en las condiciones.
La paralización de las obras públicas no solo afecta a las empresas constructoras, sino también a toda la industria proveedora de insumos y a la economía en general. La falta de fondos para la obra pública ha generado una situación de desesperación para muchas empresas, que no han recibido pagos desde octubre o noviembre del año anterior.
Esperemos que se encuentren soluciones para reactivar estas obras y mitigar el impacto en el empleo y la economía en general. La infraestructura es fundamental para el desarrollo de cualquier país, y es importante encontrar un equilibrio adecuado entre la inversión pública y privada para garantizar su continuidad y crecimiento