La neumonía es un proceso inflamatorio e infeccioso agudo que afecta a los pulmones, ocasiona dificultad para respirar y limita la absorción de oxígeno; es causada generalmente por una bacteria o virus.
A nivel mundial, la neumonía causa más muertes que cualquier otra enfermedad infecciosa. Sin embargo, en algunos casos se puede prevenir con vacunas y puede ser tratada con antibióticos o medicamentos antivirales.
Esta patología puede causar una enfermedad leve o grave en personas de todas las edades. Los síntomas de la neumonía incluyen: tos, fiebre, fatiga, náuseas, vómitos, respiración rápida o falta de aire, escalofríos o dolor en el pecho.
Ciertas personas tienen mayor probabilidad de contraer neumonía. Estas son los adultos de 65 años o más, y niños menores de 5 años, especialmente los menores de 1 año.
Los niños con más riesgo son:
Niños nacidos prematuros o de bajo peso
Niños que no reciben lactancia materna
Niños que viven en ambientes contaminados (especialmente humo de cigarrillo) o en condiciones de hacinamiento
El Ministerio de Salud brinda recomendaciones para reducir los riesgos:
Adoptar buenas prácticas de higiene también puede prevenir las infecciones respiratorias. Esto incluye:
Lavar las manos con frecuencia
Limpiar las superficies duras que se tocan asiduamente (por ejemplo, picaportes)
Toser o estornudar cubriéndose la boca con un pañuelo de papel, el codo o una manga
Limitar la exposición al humo del cigarrillo