Rusia ha expulsado a varios diplomáticos británicos, acusándolos de espionaje. Los servicios de inteligencia rusos anunciaron la medida, alegando que los funcionarios de la embajada del Reino Unido estaban involucrados en actividades de espionaje.
Esta acción se produce en un momento de alta tensión, justo antes de una reunión crucial entre el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Keir Starmer, para discutir el apoyo occidental a Ucrania.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha lanzado una advertencia severa, sugiriendo que cualquier uso de misiles de largo alcance por parte de Kiev, proporcionados por Occidente, podría llevar a un conflicto abierto con la OTAN.
Esta situación aumenta la incertidumbre y la preocupación sobre el futuro de las relaciones internacionales y la estabilidad en la región.