El Gobierno de Javier Milei se prepara para enfrentar una marcha universitaria que promete ser más masiva que la anterior. A pesar de las conversaciones de último momento con los gremios docentes, el Ejecutivo mantiene su postura firme de insistir con el veto a la Ley de Financiamiento Universitario.
Negociaciones intensificadas
Javier Milei y su círculo íntimo de funcionarios han estado en conversaciones constantes con los gremios docentes, buscando desactivar la movilización. Sin embargo, estas negociaciones no han logrado frenar la creciente ola de descontento entre los estudiantes y docentes universitarios.
Estrategias en el Congreso
Paralelamente, el Gobierno ha intensificado las negociaciones en el Congreso para asegurar los votos necesarios que respalden la decisión presidencial. Este esfuerzo busca garantizar que el veto se mantenga, a pesar de la presión social y política que se avecina.
Operativos de seguridad y paros anunciados
En respuesta a la convocatoria de la marcha, se han anunciado operativos de seguridad para garantizar el orden durante la movilización. Además, varios gremios docentes han declarado paros en apoyo a la protesta, lo que podría aumentar la magnitud de la misma.
Contexto y antecedentes
La decisión de Milei de prorrogar el presupuesto de 2023 para la administración pública ha dejado a las universidades nacionales con uno de los presupuestos más bajos en décadas. Esta medida ha sido uno de los principales detonantes del descontento que ha llevado a la organización de esta marcha multitudinaria.