El Día de la Lealtad, celebrado cada 17 de octubre, es una fecha emblemática para el peronismo en Argentina.
Este año, la conmemoración estuvo marcada por actos separados y mensajes cruzados, reflejando la tensa situación interna del Partido Justicialista (PJ).
En Berisso, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, encabezó un acto junto a intendentes bonaerenses y una delegación de la CGT. En su discurso, Kicillof destacó: «Los mejores días fueron con Cristina», elogiando a la ex presidenta Cristina Kirchner.
Sin embargo, Kicillof también mostró su intención de independizarse del liderazgo de Cristina, sugiriendo una posible candidatura presidencial en 2027.
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Por otro lado, Cristina Kirchner y el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, se reunierán para discutir la interna del PJ. Cristina buscará oficializar su candidatura a la presidencia del partido, mientras que Quintela mantiene su postulación, resistiendo las presiones para desistir.
Este encuentro subraya las divisiones dentro del peronismo, con Kicillof y Quintela tejiendo una alianza implícita para disputar el poder a Cristina.
En medio de estas tensiones, el ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, también participó en actos paralelos, alineándose con un sector del PJ cercano a Cristina.
La fragmentación del partido se hizo evidente, con diferentes facciones buscando consolidar su influencia de cara a las próximas elecciones internas.
El Día de la Lealtad de este año no solo conmemoró la histórica movilización de 1945, sino que también puso de manifiesto las profundas divisiones y desafíos que enfrenta el PJ en la actualidad. La necesidad de unidad y liderazgo claro es más urgente que nunca para enfrentar los retos políticos y sociales ante el Gobierno de Milei.