Según el INDEC, la inflación en Argentina para noviembre de 2024 fue del 2,4%, consolidando una tendencia de desaceleración de los precios al consumidor. En los últimos 12 meses, la inflación acumulada alcanzó el 166%, ajustándose a las previsiones del gobierno y del mercado.
Los principales factores que contribuyeron a la inflación de noviembre fueron los aumentos en combustibles, tarifas de luz y gas, servicios de salud como prepagas, y colegios privados. Sin embargo, el menor impacto de los ajustes en tarifas y el control del tipo de cambio oficial ayudaron a mantener la inflación en niveles históricamente bajos.
Se observa una brecha significativa entre la variación de bienes (más estable) y la de servicios (con mayores subas). El gobierno se muestra optimista y busca consolidar la desaceleración inflacionaria, como paso previo a medidas más profundas.
Si bien la baja mensual genera cierto alivio, el alto nivel general de precios sigue afectando el poder adquisitivo de los hogares. Además, los aumentos estacionales de fin de año representan un desafío.
En resumen, la inflación de noviembre desaceleró pero aún se mantiene en niveles muy elevados, con expectativas de una gradual mejora si se sostienen las medidas del gobierno.