La declaración del titular de la Dirección General Impositiva (DGI) sobre intensificar los controles a las sociedades offshore ha generado cuestionamientos.
El propio jefe de la DGI habría utilizado estructuras en el exterior para ocultar parte de su patrimonio. Esto contradice sus recientes advertencias sobre el uso de estos mecanismos para evadir impuestos.
Diversos analistas señalan que resulta hipócrita que la máxima autoridad tributaria del país promueva el combate a las sociedades offshore, cuando él mismo se habría valido de este tipo de figuras legales.
Se destaca que el jefe de la DGI insta a los contribuyentes a regularizar su situación, pero no se ha pronunciado sobre su propia situación patrimonial y las supuestas sociedades que habría constituido en el exterior.
Esta aparente doble moral ha sido duramente criticada, ya que se espera que las máximas autoridades fiscales prediquen con el ejemplo. Desde diversos sectores se exige mayor transparencia y coherencia en las acciones emprendidas contra la evasión.