Tras el último ataque aéreo israelí sobre objetivos en Yemen, el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró que Israel «persistirá hasta completar la tarea» de neutralizar a los rebeldes hutíes, a quienes calificó como «el brazo terrorista de Irán».
Desde una base militar, Netanyahu apareció junto al jefe del Estado Mayor y el ministro de Defensa, afirmando que se trata de «la Guerra del Renacimiento» y prometiendo que Israel cazará y golpeará a todos los líderes hutíes. El ministro de Defensa, por su parte, advirtió que «a quien ataque a Israel, le atacaremos».
Las autoridades israelíes justificaron los bombardeos argumentando que los hutíes utilizaban esas posiciones para el contrabando de armas iraníes en la región. Netanyahu también recalcó que los rebeldes yemeníes «han atacado repetidamente a Israel y a sus ciudadanos».
Esta nueva embestida militar de Israel contra Yemen se produce en un contexto de crecientes tensiones en Oriente Medio, donde el gobierno de Netanyahu asegura estar librando una guerra simultánea en siete frentes diferentes. La retórica belicista del primer ministro sugiere que los ataques contra los hutíes continuarán en los próximos días.