Un grupo de familias de San Juan se reunió en la Plaza 25 de Mayo para manifestar su reclamo común: el fin del uso de pirotecnia durante las fiestas de fin de año. Estas familias, que tienen integrantes con discapacidades como autismo o síndrome de Down, sufren enormemente con los ruidos de los fuegos artificiales.
Olga Cortez, cuyo hijo de 9 años con autismo tuvo que ser hospitalizado por autolesionarse debido a las explosiones, expresó: «¿Por qué nosotros no podemos festejar?». Ella y otras personas presentes denunciaron que, a pesar de existir ordenanzas y leyes que prohíben la venta y uso de pirotecnia, nadie las hace cumplir.
Agustina, de 20 años y con síndrome de Down, no puede disfrutar de las fiestas y se acuesta temprano con su madre para evitar escuchar los estruendos.
El pedido común de este grupo es tener un Año Nuevo más tranquilo y que la gente tome conciencia sobre el impacto que tiene la pirotecnia, no solo en personas con discapacidades, sino también en adultos mayores, bebés y el medio ambiente.
Estas familias sanjuaninas reclaman que se hagan respetar las leyes existentes y que se prohíba definitivamente el uso de pirotecnia sonora, para poder disfrutar en paz de las celebraciones navideñas y de fin de año.
TRABAJO DE FRANCISCO OTIÑANO Y SERGIO TAILLANT