La falta de lluvias desde mediados de diciembre ha tenido un impacto negativo en los cultivos clave de Argentina. Según informes, casi la mitad del maíz se encuentra en estado regular o malo, mientras que el 19% de la soja de primera también se deteriora.
El panorama es preocupante para el sector agropecuario, una de las principales apuestas del programa económico de Milei. La caída en la producción y los rindes afectará los ingresos de divisas, que el gobierno esperaba utilizar para levantar el cepo a la liquidación del agro.
En la región núcleo, el sur es la zona más afectada por la sequía, con todos los cuadros de maíz entre regulares y malos. Incluso los cultivos tardíos que aún se encuentran en etapa vegetativa están sufriendo un fuerte estrés hídrico.
La soja de primera también se deteriora, especialmente en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, donde el 19% de los lotes están en condiciones regulares o malas. Esto podría impactar en los rendimientos de los cultivos más adelantados.
Otros cultivos como el girasol y la cebada también presentan problemas. Los expertos advierten que, sin lluvias significativas en las próximas semanas, las expectativas de producción seguirán cayendo.
Esta situación climática adversa representa un duro golpe para las aspiraciones del gobierno de Milei, que apostaba a un fuerte impulso del campo para dinamizar la economía. La mala cosecha podría derivar en menores ingresos de divisas y complicar sus planes de política económica.