El anuncio del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, de unirse al espacio político de Javier Milei desató una gran conmoción dentro del PRO. Este inesperado movimiento abrió una serie de negociaciones y operaciones internas en el partido opositor.
La preocupación es palpable entre los principales referentes del PRO, como Mauricio Macri y su hermano Jorge. Temen que el pase de Valenzuela a La Libertad Avanza pueda propiciar que más dirigentes abandonen sus filas para sumarse al espacio de Milei.
De hecho, Macri, que se encuentra descansando en la Patagonia, volvió a considerar la posibilidad de presentarse como candidato a senador por la Ciudad de Buenos Aires, algo que había descartado meses atrás. Evidentemente, el exmandatario busca recuperar la iniciativa ante este convulsionado escenario.
Pero el malestar en el PRO no se limita solo a este movimiento. Existe un clima de tensión generalizado por la postura del gobierno en torno al proyecto de presupuesto, lo que derivó en fuertes cruces entre la cúpula del partido y diversos dirigentes como Ignacio Torres, Rogelio Frigerio o Diego Santilli.
En este contexto, algunos dirigentes como Santilli y Guillermo Montenegro analizan la posibilidad de llegar a acuerdos con el gobierno, pero de manera coordinada, y no de forma individual.
Incluso, en la Ciudad de Buenos Aires, el propio jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, evalúa presentarse a las próximas elecciones, lo que podría terminar por dividir aún más el voto opositor.
En resumen, el pase de Valenzuela a La Libertad Avanza generó un profundo revuelo al interior del PRO, con Macri intentando recuperar el control y evitar una potencial «fuga» de dirigentes. Un escenario de gran complejidad que se perfila rumbo a los próximos comicios.