El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha generado una fuerte sacudida en el sector energético a nivel global. El anuncio de Trump de declarar una emergencia en el área de la energía en Estados Unidos ha impactado directamente en los planes del gobierno de Javier Milei en Argentina.
El programa diseñado por el ministro de Economía, Luis Caputo apuntaba a que los precios de los combustibles en Argentina empataran con la inflación, que superó el 100% el año pasado. Además, buscaba aprovechar el superávit fiscal generado por las exportaciones de petróleo y gas de Vaca Muerta.
Sin embargo, los expertos advierten que la intención de Trump de bajar rápidamente los precios internacionales del crudo podría echar por tierra estos objetivos. La caída del precio del barril afectaría no solo a la recaudación fiscal, sino también a la competitividad de las exportaciones energéticas argentinas.
Según el análisis de especialistas, si el precio del petróleo cae por debajo de los 60 dólares, los planes de Milei se complicarían seriamente. Esto podría impactar en el precio final de los combustibles en el mercado interno, ya que si bien las empresas no suelen bajar rápidamente los valores, el Gobierno podría aprovechar la situación para actualizar los impuestos.
Además, el anuncio de Trump de poner fin a las restricciones para producir gas natural licuado (GNL) en Estados Unidos representa una gran amenaza para los proyectos de exportación de GNL que Argentina venía impulsando. Los expertos advierten que será muy difícil que Argentina pueda competir en precios con la mayor oferta proveniente de Estados Unidos.
En resumen, la emergencia energética decretada por Trump pone en jaque varios de los ejes centrales del plan económico de Javier Milei, complicando seriamente sus objetivos de contener la inflación y aprovechar al máximo los recursos de Vaca Muerta. Es un escenario que obliga al gobierno argentino a repensar su estrategia en un contexto de creciente incertidumbre global.