La confirmación de Pete Hegseth como secretario de Defensa de Estados Unidos se ha visto envuelta en una polémica tras recibir denuncias de violencia de género y abuso sexual en su contra.
Según una declaración jurada presentada al Senado, la excuñada de Hegseth, Danielle Hegseth, acusó al nominado de Trump de maltratar a su segunda esposa, Samantha. La declaración detalla episodios de alcoholismo y abusos en el hogar, e incluso afirma que Samantha llegó a temer por su seguridad.
Danielle Hegseth asegura que su cuñada tenía una «palabra de seguridad» para indicar si estaba en peligro, y que en algún momento le envió este código de emergencia a través de un mensaje. La excuñada dice haber denunciado estos hechos inicialmente ante el FBI y, preocupada por que la información no llegara al Congreso, decidió hacerlos públicos.
Por su parte, el abogado de Pete Hegseth niega rotundamente las acusaciones, afirmando que Samantha nunca denunció abuso alguno y que incluso reconoció judicialmente que no hubo maltrato. Además, calificó a la excuñada como «una demócrata de extrema izquierda antitrumpista».
A pesar de estas graves denuncias, los líderes republicanos en el Senado siguen adelante con la confirmación de Hegseth como secretario de Defensa. Esta situación evidencia las tensiones y divisiones políticas que rodean a la administración de Donald Trump y las dificultades para imponer su agenda en Washington.
La comunidad y los grupos de derechos de la mujer observan con preocupación este caso, temiendo que la eventual confirmación de Hegseth pueda tener un impacto negativo en la lucha contra la violencia de género dentro de las Fuerzas Armadas estadounidenses.