Los bomberos del sur de California han tenido que lidiar con dos nuevos e imponentes incendios forestales que han obligado a evacuar a cerca de 31.000 personas.
El primero de ellos, conocido como el incendio Hughes, comenzó el miércoles por la mañana en el condado de Los Ángeles y ya ha quemado más de 4.000 hectáreas, estando contenido solo en un 14% hasta el momento. Aproximadamente 31.000 residentes de la zona fueron evacuados por precaución.
Por otra parte, el llamado incendio Sepulveda, que se inició el miércoles por la noche cerca de la autopista interestatal 405 en Los Ángeles, ya fue controlado por los bomberos luego de quemar solo 16 hectáreas. No obstante, las autoridades advierten que las condiciones climáticas extremas, con vientos de Santa Ana y vegetación extremadamente seca, representan un grave peligro de que surjan nuevos incendios.
Los socorristas, exhaustos tras semanas de luchar contra otros devastadores incendios en la región, han tenido que actuar con urgencia para evacuar colegios, una cárcel e incluso algunas comunidades enteras ante la amenaza de estas nuevas conflagraciones.
Lamentablemente, el sur de California atraviesa una situación crítica debido a la sequía y las altas temperaturas, lo cual facilita la propagación de los incendios forestales. Los equipos de bomberos se mantienen en máxima alerta ante la posibilidad de que surjan más focos ígneos en los próximos días.