La reciente decisión del gobierno nacional de reducir los derechos de exportación (retenciones) sobre los principales cultivos agrícolas, si bien buscaba brindar un respiro al sector productivo, ha generado preocupación en las provincias y municipios.
Según el ministro de Gobierno de La Pampa, Pascual Fernández, «esta baja de retenciones es financiada por las provincias y los municipios». En sus declaraciones, el funcionario destacó que si bien toda medida que incentiva la producción es bienvenida, la realidad es que el gobierno nacional «intenta reparar los daños que genera su plan económico» a costa de los recursos provinciales.
Fernández señaló que el gobierno nacional, al disponer la baja de retenciones, se está «apropiando» de recursos que luego no transferir a las jurisdicciones, dejando que sean las provincias y municipios quienes asumen la responsabilidad de sostener la inversión en áreas clave como salud, educación y obras públicas.
«Una vez más, el sostén del sistema productivo es federal», cuestionó el ministro, reflejando la incertidumbre y preocupación que genera esta medida a nivel subnacional. Las provincias temen que la reducción de los ingresos por retenciones impacte en sus finanzas y capacidad de brindar servicios públicos esenciales a la ciudadanía.
Este escenario pone en evidencia la compleja relación entre el gobierno central y los estados provinciales, donde las decisiones económicas tomadas a nivel nacional tienen fuertes repercusiones en las cuentas públicas regionales.
Será clave que en los próximos meses se generen los espacios de diálogo y coordinación necesarios para que la baja de retenciones no termine convirtiéndose en una nueva fuente de conflicto entre Nación y provincias, y que su implementación se realice de manera equilibrada y sin afectar la prestación de servicios públicos fundamentales.