El asesinato de Lucas Aguilar, un joven repartidor de 20 años, desató una serie de disturbios frente a la Municipalidad de Moreno. Aguilar fue apuñalado siete veces mientras intentaba defender a un vendedor ambulante.


Amigos, familiares y compañeros de Aguilar se congregaron frente a la sede municipal para reclamar justicia y seguridad.
La protesta se tornó violenta cuando algunos manifestantes comenzaron a arrojar piedras y a intentar prender fuego un patrullero. La policía respondió con gases lacrimógenos y detuvo a varias personas.
Por qué en lugar de reprimir laburantes no te pones a perseguir delincuentes, @Kicillofok? Mira como cagaron a trompadas a esa mina. Son unos cagones ustedes. pic.twitter.com/B09XlfkyHx
— Agustín Romo (@agustinromm) January 31, 2025
La intendente de Moreno, Mariel Fernández, y el ejecutivo municipal se mantuvieron ausentes durante los disturbios, lo que generó aún más indignación entre los manifestantes.
Además, se ha denunciado que en operativos de recaudación, las autoridades municipales han estado confiscando motos y cobrando multas de hasta 200,000 pesos.
Cabe destacar que el mismo partido ha gobernado Moreno desde 1983 (el PJ), perpetuando una gestión que muchos consideran ineficaz, corrupta y con la pobreza más elevada de la provincia de Buenos Aires.
Este incidente pone de manifiesto la creciente inseguridad y la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades locales, dejando a los ciudadanos en una situación de vulnerabilidad y desprotección.