Una Lucha Contra el Fuego y el Tiempo
En medio de un escenario desolador, las llamas avanzan sin piedad en las tierras correntinas. Los incendios forestales que azotan Mariano I. Loza y Curuzú Cuatiá han dejado una estela de destrucción que supera las 7.500 hectáreas consumidas. Este desastre no solo representa una amenaza para la biodiversidad de la región, sino que también ha cobrado la vida de una joven de 30 años, quien perdió la batalla contra las llamas mientras trabajaba en el campo 39.
La magnitud del incendio ha exigido una respuesta coordinada y multidisciplinaria. Aviones hidrantes despegaron desde el Aeropuerto del Iberá en Mercedes, mientras brigadas forestales, bomberos voluntarios y personal del Ejército trabajan en tierra para contener el fuego. A pesar de los esfuerzos, el origen del incendio sigue siendo objeto de investigación, y ya se ha judicializado el caso 57.
La Ruta Nacional 119, entre los kilómetros 65 y 72, se ha convertido en el epicentro de las operaciones. Aquí, los equipos de emergencia combaten múltiples focos ígneos, con la colaboración de municipios aledaños y organismos provinciales. Aunque el fuego está contenido entre las rutas 119 y 140, la situación sigue siendo crítica, y las autoridades esperan evitar una mayor propagación 39.
Impacto Humano y Ambiental:
La tragedia ha dejado en evidencia los riesgos que enfrentan quienes viven y trabajan en zonas rurales. La víctima fatal, una mujer de 30 años, sufrió quemaduras en más del 75% de su cuerpo mientras intentaba salvar a los animales de su campo. Este hecho conmocionó a la comunidad local y resalta la urgencia de fortalecer los sistemas de prevención y respuesta ante desastres naturales 35.