Recientemente, los gobiernos de San Juan y Mendoza han formalizado un acuerdo que busca mejorar la situación del sector vitivinícola, crucial para ambas provincias. Este pacto incluye el primer operativo de anticipación de cosecha, acarreo y elaboración, y tiene como objetivo principal movilizar el precio de la uva.
El ministro de Producción de San Juan, Gustavo Fernández, destacó la importancia de trabajar en conjunto con Mendoza. Según él, las condiciones climáticas de San Juan favorecen la producción de azúcar en la uva, lo cual es fundamental, ya que más de la mitad de la cosecha se destina a la elaboración de mosto. Esto contrasta con Mendoza, que el año pasado también tuvo un porcentaje significativo de uva para mosto.
Uno de los puntos clave del acuerdo es establecer un valor referencial de $250 por kilo de uva, que se espera sirva como incentivo en una cosecha que ha comenzado con precios algo deprimidos. Fernández subrayó la necesidad de diversificar la producción de uva para que no todo se destine a vinos básicos, lo que podría complicar los precios y el consumo.
A pesar de que se anticipaba un aumento del 10% en la producción respecto al año anterior, factores como granizo y olas de calor han afectado la calidad y cantidad de la cosecha. No obstante, se espera que la producción no sea inferior a la del año pasado, con una calidad mejorada en el mosto debido al aumento de azúcar en la uva.
Este acuerdo representa un paso significativo para fortalecer la vitivinicultura en ambas provincias, demostrando que la colaboración puede ser clave para enfrentar desafíos comunes y mejorar las condiciones del sector. La unión de esfuerzos entre San Juan y Mendoza podría ser la clave para revitalizar el precio de la uva y asegurar un futuro más próspero para los productores.