Bahía Blanca enfrenta una de las peores crisis de su historia reciente tras las devastadoras inundaciones que han azotado la región.
Con lluvias que superaron los 350 milímetros en un corto período, la ciudad y localidades cercanas como General Daniel Cerri e Ingeniero White han sufrido graves daños. Hasta el momento, se han confirmado al menos 16 fallecidos, mientras que varias personas continúan desaparecidas. Miles de vecinos han sido evacuados, y las pérdidas materiales son incalculables.
El suministro eléctrico ha sido parcialmente restablecido, aunque aún hay sectores sin luz, como Cerri y barrios como Napostá y Bella Vista. El agua potable también representa un desafío, ya que los depósitos han sido contaminados, lo que pone en riesgo la salud de los habitantes. Varias rutas nacionales, como la RN 3 y la RN 35, presentan cortes totales o circulación restringida debido a los daños en la infraestructura.
La comunidad ha respondido con una ola de solidaridad. Iglesias, clubes deportivos y centros comunitarios en Buenos Aires y Bahía Blanca han organizado campañas masivas de donaciones. Figuras públicas como Abel Pintos y Emanuel Ginóbili han expresado su apoyo, mientras que organizaciones como Red Solidaria trabajan incansablemente para asistir a los damnificados.
Las autoridades y voluntarios continúan trabajando para garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados, mientras la región comienza el largo camino hacia la recuperación.