Recientemente, una encuesta realizada por la consultora Giacobbe & Asociados ha revelado resultados preocupantes para el kirchnerismo y el PRO de cara a las próximas elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires.
Esta encuesta, que se llevó a cabo entre el 28 de febrero y el 3 de marzo de 2025, incluyó a 1,500 personas y tiene un margen de error del 2.5%.
Los datos muestran un crecimiento significativo de La Libertad Avanza, el partido liderado por Javier Milei, que está captando el descontento social en un distrito clave.
En términos de imagen positiva, Patricia Bullrich se destaca con un 54%, seguida por Javier Milei con un 53.1%. En contraste, la vicepresidenta Victoria Villarruel alcanza un 35.3%.
El panorama para la oposición es complicado. Axel Kicillof lidera con un 30%, superando a Mauricio Macri, quien tiene un 27.5%, y a Cristina Kirchner, que llega al 25.1%. Sergio Massa apenas alcanza un 13.8%.
En la lista de los opositores, José Luis Espert tiene una imagen positiva del 46%, mientras que Diego Santilli y Diego Valenzuela lo siguen con un 33.6% y 32.9%, respectivamente.
Entre los dirigentes kirchneristas, Gabriel Katopodis es el mejor posicionado con un 23.6%, aunque su reconocimiento es limitado.
Otros políticos como Victoria Tolosa Paz, Mayra Mendoza y Florencio Randazzo enfrentan más dificultades, ya que no logran superar el 20% de imagen positiva y tienen más del 60% de imagen negativa.
Uno de los hallazgos más relevantes de la encuesta es que la inseguridad es percibida como el principal problema en la provincia, con un 64.7% de los encuestados sintiendo que la situación ha empeorado en la última década.
Esta preocupación se refleja en la intención de voto, donde La Libertad Avanza lidera con un 41%, mientras que el kirchnerismo obtiene un 21% y el PRO apenas un 11.6%.
Este contexto revela un escenario desafiante para el oficialismo y la oposición. Las internas y disputas dentro del PRO y el peronismo están fragmentando sus bases de apoyo, lo que podría complicar aún más sus posibilidades en las elecciones.
La falta de liderazgos sólidos y la polarización en el electorado dificultan un panorama ya complicado para ambos frentes.