El Gobierno argentino enfrenta presiones de Estados Unidos mientras debe tomar decisiones sobre dos proyectos cruciales para su relación con China: la construcción de la central nuclear Atucha III y la reactivación de las represas en Santa Cruz.
A pesar de haber renovado el acuerdo de swap de monedas, vital para las reservas del Banco Central, la administración de Javier Milei ha mostrado reticencia a avanzar en estos compromisos. La central nuclear, cuyo contrato expira el 30 de abril, no ha tenido avances significativos, y el proyecto de represas está paralizado desde fines de 2023.
Mientras China espera progresos en estos acuerdos, el Gobierno argentino navega en medio de la tensión entre Washington y Beijing, buscando equilibrar sus relaciones internacionales en un contexto geopolítico complejo.