El Gobierno argentino ha anunciado un aumento en las tarifas de luz y gas que se implementará a partir de mayo. Este ajuste será de aproximadamente un 2,5%, lo que está por debajo de la inflación actual. Esta medida forma parte de un esfuerzo para aliviar la presión inflacionaria después de dos meses de aceleración en los precios.
Además, el Gobierno ha decidido postergar la suba del impuesto a los combustibles, lo que permitirá a YPF reducir sus precios en un 4%. Estas decisiones, tomadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, buscan estabilizar la economía y priorizar el alivio para los consumidores.
Con la revisión tarifaria finalizada, se establecerá un esquema de actualizaciones mensuales basado en una fórmula que combina la inflación mayorista y minorista. Se espera que esto brinde mayor transparencia y previsibilidad en los costos de los servicios públicos.
En resumen, estas acciones buscan equilibrar la necesidad de ingresos fiscales con la necesidad de contener la inflación y proteger a los consumidores en un contexto económico desafiante. Es un paso hacia la sostenibilidad económica que merece seguimiento en los próximos meses.