El pasado 27 de abril, informes indican que aviones de combate estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos contra un buque israelí, el Galaxy Rider, que había sido incautado en aguas yemeníes.
Este ataque, confirmado por la cadena Al Masirah, se realizó en tres ocasiones durante la noche.
Hasta el momento, no han trascendido detalles sobre los daños causados al buque ni sobre posibles víctimas.
La situación se intensifica tras la captura del barco por la Armada yemení en noviembre de 2023, momento en el que se advirtió que cualquier embarcación asociada con el régimen israelí sería un objetivo.
El portavoz de las Fuerzas Armadas de Yemen, el general Yahya Sarí, había declarado anteriormente que sus fuerzas no vacilarían en atacar barcos que enarbolen la bandera israelí, reafirmando su postura militar en la región.
Este ataque marca un nuevo capítulo en las tensiones en el Mar Rojo y las operaciones militares en Yemen, donde la presencia de fuerzas extranjeras genera un contexto de inestabilidad creciente.