El gobierno de Javier Milei ha tomado la decisión de recortar subsidios eléctricos a más de 15,000 usuarios en Puerto Madero y en varios barrios cerrados del AMBA. Esta medida se justifica tras detectar que muchos de estos hogares, que se categorizaban como de ingresos bajos, en realidad tienen consumos equiparables a pequeñas y medianas empresas.
Con este ajuste, el gobierno busca ahorrar alrededor de $3,000 millones anuales, eliminando beneficios que, según el vocero presidencial Manuel Adorni, no deberían ser otorgados a quienes no los necesitan. La recategorización de estos usuarios implica su baja del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), aunque se habilitará un canal para que puedan realizar reclamos si consideran que su situación lo justifica.
Este recorte forma parte de una estrategia más amplia para garantizar una distribución eficiente y justa de los recursos públicos. La eliminación de subsidios ha sido una de las prioridades del gobierno, que busca mantener un superávit fiscal y reducir el gasto público, el cual se había disparado en administraciones anteriores.
Los próximos meses serán cruciales, ya que se espera un incremento en las facturas de luz y gas debido a ajustes tarifarios, lo que podría impactar aún más en la economía de los hogares. La medida refleja un cambio significativo en la política de subsidios y sugiere un enfoque más estricto en la asignación de recursos en el contexto actual.