En los primeros meses de 2025, las exportaciones de carne argentina han sufrido una fuerte caída, mientras que la presencia de cortes vacunos importados de Brasil ha cobrado protagonismo en el mercado local. Según datos del consultor ganadero Ignacio Iriarte, se importaron 4.718 toneladas de carne vacuna en los primeros cuatro meses del año.
Un aumento significativo en las importaciones
Las importaciones de carne comenzaron a aumentar desde mediados de 2024, alcanzando en abril un total de 1.624 toneladas. En mayo, se estima que esta cifra será aún mayor, con un notable 85% de las importaciones provenientes de Brasil. Esto representa un costo mensual cercano a 4 millones de dólares, con un precio de importación promedio de 2,5 dólares por kilo, un costo que resulta difícil de igualar para los productores argentinos.
Impacto en el mercado local
Los principales importadores incluyen a Cencosud, dueño de supermercados como Jumbo, que destina estos cortes principalmente al conurbano bonaerense. Aunque algunos rumores sugieren que La Anónima también estaría importando carne para la Patagonia, las regulaciones sanitarias siguen siendo estrictas y limitan la entrada de carne con hueso.
Caída de las exportaciones
En contraste con el aumento de las importaciones, las exportaciones de carne argentina han disminuido un 26,5% en comparación con el año anterior, alcanzando solo 223.400 toneladas entre enero y mayo. A pesar de una leve recuperación en abril, el consumo interno compite ferozmente por la hacienda disponible.
Contexto económico
La situación cambiaria es un factor determinante en esta dinámica. Argentina es considerada un país costoso en dólares, lo que favorece a los exportadores brasileños. Aunque las importaciones son relativamente bajas comparadas con la producción local, su tendencia creciente plantea preocupaciones sobre el impacto en los precios de la carne en el mercado interno.
Perspectivas para el sector
El aumento de las importaciones de carne brasileña, en medio de una caída en las exportaciones argentinas, refleja un momento crítico para la industria cárnica en el país. Si esta tendencia continúa, podría generar serias complicaciones en el mercado local y afectar a los productores nacionales. Es un escenario que merece atención y análisis, ya que las decisiones actuales repercutirán en el futuro del sector.