El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, ha decidido desvincular al consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí de su equipo, en respuesta a las críticas del presidente Javier Milei y las crecientes tensiones con la Casa Rosada. Esta medida forma parte de una reestructuración más amplia que busca ajustar la gestión del gobierno porteño.
Un giro inesperado
Gutiérrez-Rubí, quien fue contratado a principios de año para asesorar al PRO en la campaña legislativa, se convirtió en un punto focal de controversia. Su asociación previa con figuras del oficialismo nacional, como Sergio Massa y Cristina Kirchner, y las acusaciones de haber participado en una «campaña sucia» durante las elecciones presidenciales de 2023, generaron un rechazo significativo dentro del gobierno de Milei.
El descontento culminó cuando Milei calificó la contratación de Gutiérrez-Rubí como una «traición por la espalda», lo que deterioró aún más la relación entre el presidente y Jorge Macri. Este conflicto se hizo evidente cuando Milei evitó saludar a Macri en el Tedeum del 25 de mayo.
Acciones inmediatas
La vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, confirmó la salida de Gutiérrez-Rubí, señalando que “no estaban dadas las condiciones para su continuidad”. Además, se anticipa una reorganización del gabinete con el objetivo de optimizar áreas clave como seguridad, salud y educación.
Desafíos y oportunidades
La decisión de Macri también responde a un contexto más amplio en el que busca descomprimir las tensiones con el gobierno nacional. La salida de Gutiérrez-Rubí es un intento de suavizar relaciones y asegurar una mayor cohesión en la gestión. Se espera que en una reunión programada para el próximo miércoles, Macri presente su nuevo enfoque y las posibles designaciones en su gabinete.
Con estos cambios, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires busca alinearse más estrechamente con la agenda de La Libertad Avanza, el partido de Milei, especialmente en temas de reforma del Estado y políticas públicas.
Mirando hacia el futuro
La reestructuración del gabinete de Jorge Macri no solo representa una respuesta a las presiones internas y externas, sino que también marca un cambio estratégico en su administración. A medida que se implementen estas modificaciones, será crucial observar cómo impactan en la gobernabilidad y en la relación entre la Ciudad y el gobierno nacional.