Recientemente, un grupo de trabajadores que realizaba excavaciones en una obra en construcción en la avenida Congreso al 3700, en el barrio de Coghlan, se topó con un descubrimiento inquietante: restos humanos que parecen ser de origen antiguo. Aunque el incidente ocurrió el 20 de mayo, los detalles han comenzado a circular en los medios en los últimos días.
La propiedad, que cuenta con un portón metálico y montículos de tierra resultantes de la demolición de una antigua casona, fue en su momento el hogar del célebre músico argentino Gustavo Cerati. Sin embargo, su historia se remonta mucho más allá, ya que antes de ser una vivienda, el lugar funcionó como un geriátrico y, aún antes, albergó la Iglesia Santa María.
El descubrimiento fue reportado de inmediato a las autoridades mediante una llamada al 911, lo que llevó a la intervención de la Policía de la Ciudad. Al llegar al sitio, los agentes se entrevistaron con el arquitecto encargado del proyecto, quien explicó que los restos óseos fueron hallados al realizar trabajos en una de las paredes del terreno. Según el informe oficial, un trozo de tierra de la casa vecina se desprendió, revelando lo que parecían ser huesos humanos.
La historia de la casa es fascinante. La artista plástica Marina Olmi, quien alquiló la vivienda durante años, recordó que compró la propiedad hace tres décadas a un descendiente de una mujer alemana. Esta casa, con un diseño peculiar que incluye dos unidades habitacionales y un amplio jardín, tiene un pasado que incluye su uso como geriátrico y capilla religiosa.
La pesquisa ahora está bajo la supervisión de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 61, dirigida por el fiscal Martín López Perrando. Se realizaron pericias el 29 de mayo para investigar los restos encontrados, que también incluyeron objetos personales como relojes, aunque no se ha confirmado su relación con los huesos.
Si se determina que estos restos son muy antiguos, el caso podría escalar a la Justicia Federal, dado que podría estar relacionado con eventos históricos o religiosos.
Sin duda, este hallazgo abre un nuevo capítulo en la historia de un lugar que ha sido testigo de varias vidas y acontecimientos a lo largo de los años.