El Gobierno de San Juan avanza en una ambiciosa transformación de la Terminal de Ómnibus, con una ampliación que duplicará su capacidad operativa y sumará un nuevo edificio con un diseño innovador y sustentable.
El proyecto, presentado por el ministro de Infraestructura, Agua y Energía, Fernando Perea, al gobernador Marcelo Orrego, busca renovar y preservar el edificio actual como parte del patrimonio urbano, al tiempo que incorpora una segunda estructura que redefinirá la experiencia de los usuarios.
Según explicó el ministro Perea, esta iniciativa responde a las expectativas de crecimiento de la provincia, especialmente ante el auge de la actividad minera: «Es clave adecuar esta infraestructura a las futuras necesidades de San Juan», afirmó.
La obra, financiada íntegramente con recursos provinciales, contempla más de 14.000 m² de superficie cubierta y semicubierta, junto con la incorporación de más de 20 nuevas dársenas para colectivos, espacios comerciales, áreas de espera, un sector gastronómico, patios recreativos y terrazas con vistas privilegiadas a la plaza Di Stéfano.
Ambos edificios estarán conectados por un puente peatonal de 75 metros de longitud, asegurando una circulación fluida y segura. En términos arquitectónicos, se apostará por una estética minimalista y funcional, con materiales como hormigón, acero, vidrio y piedra natural, optimizando la eficiencia energética y el confort térmico.
Además, la terminal incorporará tecnología avanzada inspirada en modelos aeroportuarios, incluyendo terminales digitales de autogestión, pantallas con información en tiempo real, cintas transportadoras, sistemas de despacho de equipaje, acceso por tarjetas de proximidad y plena accesibilidad para personas con discapacidad.
Más que una renovación estructural, esta modernización apunta a consolidar la terminal como un eje social y comercial, reforzando la identidad de los sanjuaninos y mejorando la conectividad interprovincial e internacional.
Desde su inauguración en 1973, la Terminal de Ómnibus ha sido un punto neurálgico para la movilidad de San Juan. Su reestructuración reafirma el compromiso del gobierno con el desarrollo sostenible y la calidad de vida de la comunidad, apostando por una infraestructura moderna, inclusiva y eficiente.