En 2008, el entonces presidente de Argentina, Néstor Kirchner, impulsó la entrada del Grupo Petersen, liderado por Enrique Eskenazi, como socio local de Repsol en YPF. Esta decisión marcó el comienzo de una serie de eventos que llevarían a la estatización de la empresa y a un juicio internacional que aún sigue generando debate.
La Entrada del Grupo Petersen en YPF
El Grupo Petersen adquirió el 25% de las acciones de YPF en dos etapas, financiadas por bancos internacionales y Repsol, sin que el grupo pusiera un solo peso. La idea era que los préstamos se pagarían con los dividendos futuros de YPF. Sin embargo, esta ingeniería financiera se basó en una política de distribución de utilidades que destinaba hasta el 90% de las ganancias a los accionistas, lo que limitó la reinversión en exploración y producción.
La Estatización y el Colapso del Modelo
En abril de 2012, la presidenta Cristina Kirchner estatizó el 51% de YPF, desplazando a Repsol y cortando el flujo de dividendos. Esto provocó la quiebra de las sociedades Petersen en España, que habían adquirido las acciones y no pudieron pagar sus deudas. El fondo Burford Capital compró los derechos de litigar contra Argentina por 15 millones de euros, iniciando el juicio en Nueva York.
El Juicio y el Fallo de Preska
En septiembre de 2023, la jueza Loretta Preska falló contra Argentina, por violar el estatuto de YPF al no hacer una oferta pública de adquisición (OPA) a todos los accionistas. En julio de 2025, ordenó al Estado argentino entregar el 51% de las acciones de YPF como forma de pago, lo que representa una reprivatización de facto.
¿Qué Papel Jugaron los Eskenazi?
Aunque el Grupo Petersen no inició el juicio ni vendió los derechos directamente, el administrador concursal de su quiebra fue quien los subastó. Burford acordó que el 30% de lo que se obtenga será para los acreedores de Petersen, supervisado por un juez madrileño.
Un Caso que Genera Debate
La historia de los Eskenazi en YPF es vista como un símbolo de los riesgos de operar en mercados regulados con respaldo político, y sigue generando debate sobre corrupción y responsabilidad estatal. El presidente Javier Milei anunció que apelará el fallo, mientras que Axel Kicillof, exministro de Economía en 2012, lo calificó como “un disparate jurídico”. La pregunta es: ¿qué pasará con YPF y el Grupo Eskenazi en el futuro? Solo el tiempo lo dirá.