En un contexto marcado por la volatilidad de los mercados energéticos, los precios del petróleo han mostrado ligeros incrementos en las primeras operaciones, con el crudo Brent alcanzando los 68,68 dólares por barril y el WTI cotizando alrededor de 65,20 dólares. Este repunte, aunque modesto, se produce tras la firma de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Japón, lo que ha aliviado en parte las tensiones en el sector.
A pesar de esta mejora puntual, el panorama general sigue siendo preocupante. Los precios del petróleo han caído un 8% en lo que va del año, y los analistas de ING advierten sobre la posibilidad de un exceso de oferta que podría ejercer presión a la baja en los meses venideros. Aunque los inventarios globales se mantienen en niveles relativamente bajos, existen temores de que la oferta supere la demanda, lo que podría desestabilizar aún más el mercado.
En cuanto al gas natural, la situación no es menos complicada. Los futuros se encuentran bajo presión, con precios que rondan los 3,233 dólares, tras un rechazo significativo en el nivel de resistencia de 3,368 dólares. Las medias móviles indican una tendencia bajista, corroborando la debilidad del impulso actual. La incapacidad para recuperar el soporte convertido en resistencia de 3,287 dólares mantiene a los vendedores en control del mercado.
Los inversores deben estar atentos a la posibilidad de una ruptura por debajo de los 3,218 dólares, lo que podría abrir la puerta a caídas adicionales hacia niveles de 3,149 y 3,082 dólares. En el lado positivo, una recuperación por encima de 3,287 dólares podría permitir un intento de recuperación hacia 3,368 dólares.
Por su parte, el crudo WTI enfrenta un entorno bajista, cotizando en torno a los 65,20 dólares tras no lograr sostener la resistencia de 65,80 dólares. La formación de un canal bajista sugiere que los precios podrían continuar su descenso, con un soporte inmediato en 64,89 dólares. La clave para un cambio en la tendencia radica en una ruptura por encima de 65,80 dólares, que podría desafiar niveles superiores.
Finalmente, el crudo Brent se encuentra consolidado por debajo de los 69,00 dólares, oscilando en torno a 68,54 dólares. La acción del precio ha formado un triángulo simétrico, y cualquier ruptura por encima de la resistencia podría abrir la puerta a nuevos máximos; sin embargo, la presión a la baja persiste si se mantiene por debajo de los niveles críticos establecidos.
En resumen, el futuro del petróleo y el gas natural está marcado por riesgos arancelarios y la posibilidad de un exceso de oferta, lo que plantea serios desafíos para los precios en el corto y mediano plazo. Los inversores deben proceder con cautela, evaluando las dinámicas del mercado y las señales técnicas que podrían indicar cambios en la tendencia.