Durante una entrevista en Escocia, Trump volvió a agitar las aguas internacionales con una declaración que reaviva la tensión sobre la crisis migratoria.
Donald Trump lo hizo de nuevo. Desde Escocia, donde se encuentra de visita, el mandatario estadounidense lanzó una frase que no tardó en circular por medios y redes sociales: “Más les vale organizarse, o ya no habrá Europa”. La advertencia, dirigida a los líderes del Viejo Continente, apunta al fenómeno migratorio como una amenaza directa a la supervivencia de Europa tal como la conocemos.
En su tono habitual, sin medias tintas ni matices diplomáticos, Trump se refirió a la migración como una “horrible invasión”, y criticó la falta de respuesta coordinada por parte de los gobiernos europeos. Según sus propias palabras, “la única manera de frenarlo es unirse”, dejando entrever una posible fragmentación continental si no se toman medidas urgentes.
El republicano, que ya se prepara para una nueva carrera electoral en Estados Unidos, aprovechó la ocasión para recordar lo que considera uno de sus logros más destacados: su política migratoria. “Durante mi gobierno sacamos a mucha gente mala”, declaró, en referencia a las deportaciones masivas realizadas bajo su administración. A su vez, elogió a algunos líderes europeos por estar “haciendo un buen trabajo”, aunque evitó dar nombres para “no avergonzar a los demás”.
Las declaraciones llegan en un momento delicado para Europa, donde el debate migratorio ha vuelto al centro de la escena política. La presión en las fronteras, el desgaste de los sistemas de asilo y el avance de partidos de derecha en varios países han encendido las alarmas.
Pero más allá del contenido, lo que genera reacción es el tono. Trump no sugiere, advierte. No aconseja, sentencia. Y lo hace desde un lugar incómodo para muchos: el de una figura que, aunque polarizante, sigue teniendo peso político y capacidad para marcar agenda, incluso fuera de su país.
Hasta el momento, no hubo respuestas oficiales por parte de la Unión Europea ni de los gobiernos nacionales. Sin embargo, en los pasillos de Bruselas ya se comenta que este tipo de declaraciones refuerzan discursos que apelan al miedo, y que podrían escalar en un contexto donde el terreno político es cada vez más inestable.
De hecho, tras su reelección en 2024 y su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, comenzaron a circular rumores sobre una hipotética candidatura para 2028. Sin embargo, la Constitución estadounidense prohíbe que una persona ejerza más de dos mandatos presidenciales. Aun así, Trump ha dejado entrever posibles “alternativas” para seguir influyendo, y ha respaldado a figuras como su vicepresidente J.D. Vance, a quien muchos ven como su heredero político.
¿Alarma o estrategia? Lo cierto es que la frase ya quedó instalada. Y en un continente donde el fantasma de la desunión asoma cada vez que arrecia una crisis, las palabras de Trump, una vez más, meten el dedo en la llaga.