En un giro cautivador de los acontecimientos políticos, el embajador argentino en Estados Unidos, Alec Oxenford, ha proclamado con fervor la firma de una carta de intención que abre las puertas a un futuro donde los ciudadanos argentinos podrían viajar sin la onerosa carga de obtener una visa.
Este acuerdo, suscrito entre el presidente Javier Milei y la secretaria de Seguridad estadounidense, Kristi Noem, se erige como un testimonio elocuente del robusto vínculo forjado entre ambos líderes, Milei y Trump, en un contexto global donde la diplomacia se torna cada vez más compleja.
Oxenford, en su diálogo con Infobae, celebró este avance no como un mero símbolo, sino como el inicio de un proceso técnico real y exigente, señalando que la posibilidad de que Argentina se integre al Visa Waiver Program no es solo un sueño distante, sino una meta tangible.
La Casa Rosada, al lanzar este ambicioso proyecto, busca no solo facilitar los viajes, sino también elevar los estándares de gobernanza migratoria, en un mundo donde las políticas tienden a cerrarse ante las crisis humanitarias.
Este hito en la relación bilateral, según el embajador, refleja una confianza creciente entre las instituciones de ambos países, cimentando una relación que se nutre de la cooperación y el entendimiento mutuo.
La iniciativa, que podría permitir a los argentinos ingresar a Estados Unidos por un periodo de hasta 90 días sin visa, requiere aún de un arduo trabajo técnico y conjunto, pero se presenta como una oportunidad dorada en tiempos de desafíos globales.
En un marco donde muchos países endurecen sus políticas migratorias, la inclusión de Argentina en este programa es, sin duda, un hecho notable, y un indicativo de que la diplomacia argentina, bajo el liderazgo de Milei, está dispuesta a desafiar las convenciones y abrir nuevas sendas hacia el progreso y la colaboración internacional.