En una jornada que resonará en los anales de la política argentina, seis gobernadores han decidido lanzar un frente electoral federal con la ambición de competir en las próximas elecciones de octubre.
La cumbre, celebrada en la Casa de Chubut en Buenos Aires, reunió a figuras prominentes como Ignacio Torres, Martín Llaryora de Córdoba, Max Pullaro de Santa Fe, Carlos Sadir de Jujuy, y Claudio Vidal de Santa Cruz, quienes, en una muestra de unidad opositora, han esbozado un plan que promete sacudir el panorama político.
El encuentro, que también contó con la presencia del exgobernador Juan Schiaretti, no solo se limitó a la formalización de un frente, sino que se convirtió en un clamor colectivo por el fin de las retenciones impuestas por el gobierno de Javier Milei.
Los mandatarios expresaron su vocación de construir una alternativa que se distancie tanto del estatismo exacerbado del kirchnerismo como de la visión radicalmente liberal del actual presidente.
En un comunicado posterior al encuentro, los gobernadores manifestaron su «enorme responsabilidad» de defender los intereses de sus provincias y la necesidad de colaborar con la gobernabilidad del país. «Hay un grito federal que necesita voces en el Congreso», proclamaron, enfatizando la urgencia de un equilibrio fiscal que permita avanzar en cambios sustentables y, a su vez, prometa el desarrollo de infraestructuras imprescindibles para el crecimiento de sus territorios.
La decisión de competir mancomunadamente en octubre surge en un contexto donde las tensiones entre el gobierno nacional y las provincias se han intensificado, especialmente en lo que respecta a la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el Impuesto a los Combustibles Líquidos.
A pesar de que el tiempo apremia, con la fecha límite para la inscripción de alianzas acercándose, los gobernadores están decididos a presentar una imagen unificada que represente la voz del «interior productivo».
Con este movimiento, los gobernadores buscan capitalizar las disidencias dentro del oficialismo y fortalecer su posición en el Congreso, con la esperanza de lograr avances significativos en sus respectivos territorios. Juan Schiaretti, en particular, se perfila como un líder fundamental en esta nueva alianza, buscando no solo la consolidación de un bloque opositor, sino también la creación de un espacio que abogue por un modelo de desarrollo inclusivo y equitativo.
En suma, este frente electoral no es solo una respuesta a las exigencias del contexto político actual, sino también una declaración de intenciones que busca dar voz a aquellos que, en el laberinto político, persiguen otra respuesta ante la polarización o la certeza macroeconómica del Gobierno de Milei, pero siguiendo la estela que no adhiere al peronismo kirchnerista -lo que podría no generar la suma que se quiere como resultado-.