La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, advirtió sobre una «espiral hacia descendente debido a la incertidumbre, inestabilidad financiera y colapso de la demanda global» en la actual coyuntura económica.
«La economía mundial está en una fase peligrosa e incierta», dijo Lagarde en una intervención en Pekín para pedir una actuación internacional conjunta. De lo contrario, el mundo podría hacer frente a «una década de bajo crecimiento y alto desempleo».
Sostuvo que «hay nubes oscuras sobre la economía mundial, y Asia tiene que prestar atención». Aunque destacó que le gustaron los últimos pasos de los gobiernos europeos y de los países del G-20, la francesa señaló que los «riesgos siguen siendo serios».
Asia es una «luz» en el actual panorama, aseguró, pero no es inmune a lo que ocurre en el resto del mundo. «La Asia emergente también es vulnerable a los acontecimientos en el sector financiero», advirtió. «En nuestro mundo, cada vez más interconectado, ningún país puede avanzar solo. Estamos unidos en nuestro éxito o fracaso económico», indicó.
Según la diplomática francesa, China está «en el buen camino en la reducción de las vulnerabilidades internas moderando el crecimiento del crédito y ampliando las provisiones y el capital».
Lagarde cree también que China está avanzando hacia una reorientación en la demanda interna, una de los pedidos que desde hace tiempo hacen las economías más avanzadas a Pekín.