El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó al Ministerio de Defensa el despliegue de un radar de alerta temprana contra misiles en el enclave báltico de Kaliningrado, en respuesta al escudo antimisiles de Estados Unidos (EE.UU.) en Europa.
“Por orden mía el Ministerio de Defensa pondrá en servicio inmediatamente la estación de radar el sistema de alerta de ataque con cohetes en la ciudad de Kaliningrado», dijo el mandatario ruso a través de un mensaje televisado.
Medvédev exigió también reforzar la seguridad de las instalaciones de las fuerzas estratégicas de Rusia, que podrían verse amenazadas por el nuevo sistema antimisiles estadounidense en Europa, de acuerdo con Moscú.
“Los cohetes balísticos que entran en servicio en las fuerzas estratégicas y en la Armada serán pertrechados con cargas de combate de alta eficacia y capaces de superar la defensa antimisiles», sostuvo el jefe de Estado.
Asimismo, el jefe del Kremlin alertó también que “si todas esas medidas son insuficientes, Rusia emplazará en el sur y en el oeste del país sistemas de armamento de ataque modernos que garanticen la destrucción del componente europeo del sistema antimisiles».
«Y uno de esos pasos sería el emplazamiento del sistema de cohetes (tácticos) Iskander en Kaliningrado», aseguró.
El Presidente ruso señaló que se les ha encargado a las Fuerzas Armadas la misión de establecer medidas que «garanticen en caso de necesidad la destrucción de los medios de información y mando del sistema de defensa antimisiles» europeo.
También lamentó que “a día de hoy (miércoles, Estados Unidos y la OTAN) no están dispuestos a tomar en cuenta nuestra preocupación por la arquitectura de la defensa antimisiles europea”.
“En caso de una evolución desfavorable de la situación, Rusia se reserva el derecho a renunciar a dar nuevos pasos en el ámbito del desarme y, por tanto, en lo que se refiere al control de armamento», advirtió.
“Además, teniendo en cuenta el vínculo indivisible entre los armamentos estratégicos ofensivos y defensivos, pueden surgir fundamentos para que nuestro país denuncie el Tratado para la Reducción del Armamento Nuclear Estratégico (START)» suscrito en 2010, señaló.
Del mismo modo, indicó que en relación directa entre el armamento estratégico nuclear ofensivo y defensivo, “pueden surgir razones para que nuestro país salga del Tratado Start. Esto esta contemplado en el tratado mismo”, recordó.
Moscú exige garantías jurídicas de que el escudo antimisiles que Estados Unidos y países miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte planean crear en Europa no afecte su seguridad, sin embargo, Washington se niega a proporcionar dicho aval.
Medvédev insistió en la iniciativa rusa de crear un sistema conjunto Rusia-OTAN, en el que cada una de las partes se encargaría de la seguridad de un sector del continente.
«Lo importante es que en Europa no debe haber nuevas líneas divisorias. Lo que necesita es un solo perímetro de seguridad con la participación de la parte rusa en pie de igualdad jurídica», sostuvo.
El presidente ruso no descartó el diálogo y dijo que su Gobierno “tiene la voluntad política para alcanzar acuerdos necesarios que puedan abrir una página completamente nueva en sus relaciones con EE.UU. y la Alianza Atlántica».