Uno de ellos será subsidiado, el otro deberá demostrar sus imposibilidades económicas ¡denigrante situación!
Hay muchas cosas que definir antes en cuanto al funcionamiento integral de este sistema, principalmente el tema financiero, pero la idea es que se aplique en todo el país y nosotros vamos a adherir’’. Con esta frase el secretario de Servicios Públicos de la provincia, Daniel Campos, confirmó que desembarcará en San Juan el Sistema Único de Boleto Electrónico o tarjeta SUBE, como popularmente se la conoce y que por ejemplo en Mendoza regirá desde abril; mientras que en San Juan dijeron que «no descartan’’ que sea antes de fin de año. La Nación busca unificar el mecanismo en todo el país. Detrás de este nuevo sistema, viene un redireccionamiento de los subsidios al transporte públicos de pasajeros, que decantará en un aumento en el boleto, que desde el sector empresario lo sitúan en $4,50 y que desde el Gobierno aún no dan pistas. Así las cosas, ahora será el pasajero el subsidiado y no la empresa, pero será sólo para aquel usuario que justifique necesitarlo, como se está haciendo con los servicios de luz y gas. En este sentido, se estima que los primeros que quedarían exentos de la suba serían los beneficiarios de planes sociales.
GANANCIA EMPRESARIA CASI NETA
Por ahora, el sector empresario lo ve con buenos ojos, porque consideran que al fin y al cabo lo que cambia es la forma en que llega el subsidio a las empresas y al ir acompañado por una suba en la tarifa, la plata que recaudan estiman que será la misma, aseguraron desde la Asociación de Transporte Automotor de Pasajeros (ATAP).
La SUBE es una tarjeta prepaga que el usuario puede cargar de forma virtual -al igual que una telefónica- y que al momento de subir a los colectivos pasa por una máquina lectora que descuenta el costo del boleto. Es más, entre ‘’las buenas’’ se cuentan que si el usuario se quedó con un saldo menor al valor del boleto, igual podrá viajar: por ejemplo, si el usuario tiene en la tarjeta nada más que $0,60 y el boleto cuesta $2,00, esa diferencia de $1,40 será absorbida por el sistema y descontada cuando realice una recarga; similar a lo que sucede con el ‘’préstamo amigo’’ de las compañías de celulares. Otra es que con esta tarjeta, el usuario podrá tomarse un colectivo tanto aquí como en La Quiaca o un subte porteño.
Con este nuevo esquema para recalcular los subsidios, ya no entraría en la ecuación los kilómetros recorridos y se busca que el usuario pague el 100% del costo del boleto. ‘’Con esto el Gobierno quiere que el boleto cueste lo que tenga que costar’’, sintetizó el vicepresidente de ATAP, Ricardo Salvá. Y agregó, ‘’como el subsidiado va a ser ahora el pasajero, entonces si la tarifa es de $2,00 subsidiada para el usuario, a nosotros el Estado nos va a depositar $4,50, en el caso que ese sea el valor final del la tarifa plana’’.