El anuncio se haría mañana. Se suma así a las medidas de otras provincias petroleras. El argumento es el mismo: presunto incumplimiento de las metas de producción. Otras dos áreas seguirían en poder de la empresa.
Río Negro se sumó al embate de las provincias petroleras contra YPF. Según publicó el diario Río Negro, el gobierno de Alberto Weretilneck anunciará mañana que rescinde el contrato con YPF en al menos tres de las cinco áreas que tiene en la provincia.
De acuerco con el diario, las concesiones que se darán de baja por incumplimiento de las metas de producción son «de medianas dimensiones» y tenían plazos inferiores a cinco años: «En Río Negro, YPF dispone de cinco áreas: El Medanito, Los Caldenes, Señal Picada, Bajo del Piche, Barranca de Loros. Una de las que YPF mantendrá en su poder será El Medanito (en Catriel) por mantener una actividad satisfactoria».
Por su parte, el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, amenazó ayer con quitarle más áreas a YPF. Entre ellas, Cañadón León y Meseta Espinosa. Salta también se sumó estos días a las provincias que le quitan concesiones petroleras a YPF. El gobernador, Juan Manuel Urtubey, dijo el domingo que rescindirán la concesión del área Tartagal Oeste, con lo cual ya son diez las concesiones de YPF que caen en pocos días en cinco provincias: Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Mendoza y ahora Salta.
Sin contar con las de Río Negro y las posibles bajas en Santa Cruz, Repsol YPF ya se quedó sin diez áreas de explotación en el país, acusada de manera sistemática por cinco gobiernos provinciales de no cumplir con compromisos de inversión. La escalada desde el Poder Ejecutivo contra YPF se trasladó a las provincias y comenzó con la decisión de rescisión de áreas en Chubut y Santa Cruz (dos cada una), siguió con otras dos en Neuquén y otras tantas en Mendoza, el viernes. YPF adelantó en los cuatro casos que iniciará acciones legales contra las quitas.
Para este año se estima que entre las importaciones de gas natural, gas licuado, fuel oil y gas oil harán falta más de 10.000 millones de dólares. El otro dato es que la Argentina volvió a ser importadora neta de petróleo: tras 22 años de autoabastecimiento, por primera vez el año pasado el país pasó a tener una balanza comercial negativa en ese renglón, que se estima en un rojo de US$ 3.000 millones.