Desde que se constató que el hijo de la presidenta estaba afectado de un fuerte cuadro gripal y que no salía de su casa, comenzaron a elucubrarse muchas hipótesis, ante la falta de información oficial. Finalmente anoche Máximo fue trasladado de urgencia a un hospital de Pilar, para realizarle un estudio e intervención en una rodilla, siempre, de acuerdo a fuentes extraoficiales. Nunca estuvo la posibilidad de internación en Río Gallegos.
OPI y La Nación fueron los únicos medios presentes en el aeropuerto de Río Gallegos, anoche, cuando por fuentes propias se pudo establecer que la presidenta había ordenado la vuelta del Tango 01 a esta capital, para trasladar a Máximo a Buenos Aires, aún cuando en ningún momento se informó oficialmente de qué dolencia padecía el hijo de la mandataria. De ahí que nuestros medios, hayan estado directamente vinculados y conectados a lo que pasó alrededor del rápido operativo que se generó con el fin de llevar adelante los aprestos del traslado.
Por esta razón y debido a consultas realizadas en los más altos niveles de las autoridades públicas de la salud,podemos asegurar que en el hospital Regional nunca hubo ni se realizó el aprestamiento de salas, camas o sectores del hospital, para recibir y atender a Máximo Kirchner.
Por otro lado Máximo fue internado en el Hospital Austral de Pilar, donde llevó aproximadamente a las 05:30 de hoy, acompañado por la propia presidenta y en el cual se estarían llevando adelante una serie de estudios sobre su rodilla derecha, afectada por una artritis.
Oficialmente el gobierno no ha emitido ninguna información al respecto. Fuentes de esta Agencia desmintieron terminantemente que en Río Gallegos haya existido aprestamiento o consultas para atender a Máximo. Tampoco han podido dar precisiones sobre el estado de salud del paciente, ni existen indicios previos que pudieran orientar a las fuentes a establecer si existían antecedentes sobre este tipo de dolencias en el hijo de Cristina Fernández.
“Acá se mezcla la salud de este muchacho con lo político – dijo una fuente del hospital, consultada por nuestro medio – algunos aprovechan para tirar al ruedo los problemas que tiene la salud pública de la provincia y que son ciertos, pero de Máximo ninguno sabemos nada porque por aquí (el HRRG) ni siquiera tuvieron (la familia) intención de pasar”, le confió a OPI.
A nivel nacional se discuten dos opciones, también mezcladas con lo político. Una, refuerzan la versión de que el gobierno recurrió al impacto de esta noticia para sacar de la agenda pública otros temas que lo preocupan políticamente, pero que en realidad la afección del hijo de Cristina podría haberse manejado con menos exposición mediática. Dos, que desde el propio gobierno se fomenta la incertidumbre del verdadero diagnóstico, sobre la enfermedad que padece, para sostener la atención el mayor tiempo posible (como sucedió con la operación de Cristina) y correr el eje de las noticias nacionales. Quienes opinan profesionalmente sobre una afección como la que ha trascendido (artritis en la rodilla derecha) no encuentran motivo para poner en marcha un operativo tan importante como para producir el regreso del T-01 con la presidenta incluida, a poco de despegar de Río Gallegos con rumbo a Buenos Aires. (Agencia OPI Santa Cruz)