Siete colegios de la provincia serán Centros de Actividades Infantiles (CAI). Los talleres serán los sábados. La propuesta busca reinsertar a los niños que abandonaron el aula.
A partir de mañana, siete Centros de Actividades Infantiles (CAI) recibirán a chicos que abandonaron la escuela y les dictarán talleres para que aprendan los contenidos que no incorporaron en las clases. También se sumarán aquéllos que todavía cursan pero tienen riesgo de dejar las aulas porque ya repitieron varias veces.
El programa, que fue presentado ayer a la mañana en el Salón Blanco de Terrazas del Portezuelo, funcionará en colegios de todas las regiones educativas de la provincia.
“Nosotros no vamos a esperar a que las familias se acerquen, sino que queremos que la escuela y los docentes los ayuden a incentivar a sus hijos para que vuelvan, porque es lo mejor que les puede pasar y porque van a tener todos los medios para una trayectoria escolar exitosa”, dijo Olga García, jefa del Programa Educación Obligatoria.
Y agregó que generalmente los estudiantes que abandonan no terminaron la primaria y antes de dejar, repitieron varias veces, por lo que son más grandes que el resto de los alumnos que tendrían como compañeros en el aula, mientras que un estudio de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece) indica que el índice de deserción escolar en San Luis, en promedio, es del 9,6%.
La funcionaria comentó que en los CAI podrán participar además “los chicos que tienen dificultades a lo largo del año y que están en riesgo de repetir o de dejar el colegio” y que en cada uno habrá alrededor de sesenta niños. Los centros contarán con un equipo que incluirá al director de la institución en la que funcionen, los que estarán a cargo de los talleres y dos o tres maestros comunitarios.
“Son los que estarán en contacto con la familia. Por ejemplo, si el niño no viene tienen la obligación de ir a la casa y convencerlo de que tiene que ir a la escuela”, explicó García. Y añadió que el Ministerio de Educación seleccionó a las escuelas “por el grado de vulnerabilidad o de deserción escolar”, pero los docentes se ofrecían para participar de la actividad.
Los CAI funcionarán todos los sábados durante cuatro o seis horas, aunque cada colegio elegirá el horario. San Luis, Villa Mercedes, Buena Esperanza, Arizona, Piedra Blanca Abajo, La Toma y Quines son las elegidas para implementar la propuesta, ya que cada municipio representará a una región educativa, salvo la tercera que tiene a las dos localidades del Departamento Gobernador Dupuy.
El objetivo es que “los niños puedan reinsertarse en la escuela y los que aún tienen cierta resistencia y quieren ir solo los fines de semana, apoyarlos para que puedan rendir y aprobar la primaria”, dijo la jefa de programa.
Cada fin de semana, los chicos aprenderán los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP), que están en las currículas de todas las provincias, pero con talleres, en vez de las clases que suelen tener los alumnos que van a la escuela en la semana. “Habrá pintura, literatura, música y van a utilizar material didáctico”, afirmó García. Y detalló que adaptarán los contenidos a la edad de los niños y a sus intereses: “A lo mejor están en primer grado y tienen 10 ó 12 años y no les podemos enseñar a leer y escribir con el ma, me, mi, mo, mu sino tal vez con canciones que a ellos les gustan para que se entusiasmen, porque si dejaron es porque les parece aburrido estar sentados cuatro horas frente a un pizarrón lleno de letras y no entender nada”.
El programa, que fue presentado ayer a la mañana en el Salón Blanco de Terrazas del Portezuelo, funcionará en colegios de todas las regiones educativas de la provincia.
“Nosotros no vamos a esperar a que las familias se acerquen, sino que queremos que la escuela y los docentes los ayuden a incentivar a sus hijos para que vuelvan, porque es lo mejor que les puede pasar y porque van a tener todos los medios para una trayectoria escolar exitosa”, dijo Olga García, jefa del Programa Educación Obligatoria.
Y agregó que generalmente los estudiantes que abandonan no terminaron la primaria y antes de dejar, repitieron varias veces, por lo que son más grandes que el resto de los alumnos que tendrían como compañeros en el aula, mientras que un estudio de la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece) indica que el índice de deserción escolar en San Luis, en promedio, es del 9,6%.
La funcionaria comentó que en los CAI podrán participar además “los chicos que tienen dificultades a lo largo del año y que están en riesgo de repetir o de dejar el colegio” y que en cada uno habrá alrededor de sesenta niños. Los centros contarán con un equipo que incluirá al director de la institución en la que funcionen, los que estarán a cargo de los talleres y dos o tres maestros comunitarios.
“Son los que estarán en contacto con la familia. Por ejemplo, si el niño no viene tienen la obligación de ir a la casa y convencerlo de que tiene que ir a la escuela”, explicó García. Y añadió que el Ministerio de Educación seleccionó a las escuelas “por el grado de vulnerabilidad o de deserción escolar”, pero los docentes se ofrecían para participar de la actividad.
Los CAI funcionarán todos los sábados durante cuatro o seis horas, aunque cada colegio elegirá el horario. San Luis, Villa Mercedes, Buena Esperanza, Arizona, Piedra Blanca Abajo, La Toma y Quines son las elegidas para implementar la propuesta, ya que cada municipio representará a una región educativa, salvo la tercera que tiene a las dos localidades del Departamento Gobernador Dupuy.
El objetivo es que “los niños puedan reinsertarse en la escuela y los que aún tienen cierta resistencia y quieren ir solo los fines de semana, apoyarlos para que puedan rendir y aprobar la primaria”, dijo la jefa de programa.
Cada fin de semana, los chicos aprenderán los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP), que están en las currículas de todas las provincias, pero con talleres, en vez de las clases que suelen tener los alumnos que van a la escuela en la semana. “Habrá pintura, literatura, música y van a utilizar material didáctico”, afirmó García. Y detalló que adaptarán los contenidos a la edad de los niños y a sus intereses: “A lo mejor están en primer grado y tienen 10 ó 12 años y no les podemos enseñar a leer y escribir con el ma, me, mi, mo, mu sino tal vez con canciones que a ellos les gustan para que se entusiasmen, porque si dejaron es porque les parece aburrido estar sentados cuatro horas frente a un pizarrón lleno de letras y no entender nada”.
FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA