Las redes dieron muestra del uso de internet para alcanzar un fin: la protesta como protagonista social y central. Y su éxito fue absoluto. El hecho es que, según la publicación de La Nación on line de ayer, parece radicar éste mentado éxito en el contacto que mantienen las páginas entre sí y sus administradores y sus perfiles, con una cantidad innumerables de miembros que podrían superar cualquier número -en momentos claves- que tenga un diario on line en territorio argentino. Ese sería el motivo del crecimiento desmedio, sumado al contexto social, que se experimenta en las redes.
En San Juan y el país, el pasado 13 de Septiembre hubo muchísima gente, aún más de lo esperado. Es que las convocatorias en facebook y twitter, ayudaron a gran parte de la nación dormida a expresarse por la libertad de prensa, el cambio de modelo, el cepo al dólar y los problemas reales de la agenda nacional vinculados a los salarios y la inflación -que el INDEC dibuja-. Ese día no dejó al Gobierno una enseñanza, y el cansancio, más el aumento de tensión siguió en escalada como lo vimos con Gendarmería, los anuncios del dichoso 7-D, y otras tantas cosas como la Presidente en Harvard, y una única mandataria de la región vinculándose a una elección como lo fue la de Venezuela -más allá de su resultado- que hizo girar a la nación en torno al país caribeño.
El modelo político está descolocado: su aroma en el aire lo dice, los actores políticos gubernamentales se siguen despegando, entre ellos Intendentes, Gobernadores, Diputados y otros tantos estamentos estaduales en general que no comparten y, sólo en pasillo, comentan el mal accionar de Cristina Fernández. Empero existe una lógica atribuible del peronismo oficialista, en llamarse a silencio y elegir su sucesor -cosa de costumbre- y tirar por la borda al líder no funcional a sus aspiraciones. Ante ello, las organizaciones sociales oficiales, deciden que no será así y se enfrentan a los «halcones peronistas», es decir los clásicos dirigentes del PJ, que son con los que debe negociarse para ir a entregar un plan a un distrito determinado o hacer práctica política alguna. Pero, el duro cristinismo, apela a seguir los mandatos de ese ensayo de transversalidad que evoca a la figura de Néstor Carlos Kirchner -icono del eternauta- con el que publicísticamente se quiere alcanzar re elecciones indefinidas. En tanto la alarma ya fue encendida en San Juan en el 2011, se pliega Mendoza para tener una re elección -que costó muchísmo dinero a Pérez-, ahora la idea de Alperovich en Tucumán. Pero éstos eventos, se dan porque el mismo oficialismo quiere retener provincias cuando su líder quede en el llano absoluto.
La maniobras propagandísticas no cesan: en el centro de San Juan se observa una clara tendencia a los carteles de Cámpora, a las publicidades de la minería en el espectro mediático y definitivamente, las pintadas por todas partes -que ya son parte de una suerte de típico paisaje local- pero que al ver un ciudadano un cartel contrario a los mandatos de Gioja o Cristina, sí atrae la atención, pese a las millonarias cajas del oficialismo, hoy lo contrario es atractivo del paisaje, aunque es exiguo, pero las redes ya son el elemento llamador de jóvenes y muchos adultos que sienten que el sistema político no da respuestas a sus necesidades.
FUENTE: REDACCIÓN