En Capital se movilizaron unas 700 mil personas, según datos oficiales del Gobierno porteño. El Obelisco y Plaza de Mayo fueron los lugares más convocantes. Además, hubo protestas en distintos barrios. También en el Gran Buenos Aires y las principales ciudades del interior. La convocatoria fue efectuada a través de las redes sociales. Y fue mucha más amplia que la del 13 de setiembre.
«Stop corrupción», «Sobra Gobierno, falta Estado» y «Libertad, libertad, libertad», son algunas de las consignas que los manifestantes plantean a través de sus pancartas, en el nuevo cacerolazo contra las políticas del Gobierno.
En las inmediaciones del Obelisco había carteles que rezaban: «No soy tu enemigo, solo pienso distinto», «La Fragata (Libertad) no se vende» y «Necesito un fiscal con coraje por mi independencia».
Mensajes similares se transmiten en las protestas que se registran en otros puntos de esta ciudad, como la esquina de Corrientes y Pueyrredón, de Santa Fe y Callao, y de la 9 de Julio y Belgrano, entre otros.
La protesta, al igual que la ocurrida el 13 de setiembre, tiene su génesis en la Web. La mayor parte de la oposición dio su aval a la convocatoria, pero resolvió no participar de las movilizaciones, con la idea de no quitarle legitimidad. Si bien hay múltiples puntos de reunión, se espera que muchos manifestantes marchen desde distintos barrios para confluir en el Obelisco.
También se producen movilizaciones en las principales ciudades del país, como Córdoba, Mendoza, Rosario, Salta y Tucumán. Además, argentinos que residen en el extranjero se movilizon a las embajadas nacionales en Londres, París, Madrid, Roma, entre otras capitales. Las marchas habían arrancado en Sydney, donde argentinos que viven en Australia se congregaron ante el consulado en esa ciudad.
A diferencia de lo ocurrido en el cacerolazo anterior, cuando programó un acto prácticamente simultáneo en San Juan, esta vez Cristina Kirchner resolvió seguir las movilizaciones desde la quinta de Olivos. Este mediodía, en una visita a Ezeiza, evitó hablar de la manifestación y, en cambio, recordó a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. «Lo que me transmitió fue no aflojar nunca, ni en los peores momentos», dijo.
CLARÍN