El Intendente de Caleta Olivia José Manuel Córdoba apurado por obtener fondos, hizo una maniobra que dejó al desnudo su improvisación y falta de criterio para gestionar en la crisis. Demandó a los Concejales “salirse” del Banco Santa Cruz, que tiene el manejo de los fondos municipales,pero la entidad, en un comunicado, le recordó que lo que el Intendente cuestiona, lo acordó con el banco en el año 2000, en su anterior gestión municipal.
La historia es simple: El Banco Santa Cruz mensualmente acredita el dinero para la Municipalidad de Caleta Olivia (como a las demás comunas). La Municipalidad le debe enviar los descuentos de pagos de los empleados, que están acordados hacer sobre los haberes que estos perciben. Dentro de esos descuentos está el pago de los créditos que el mismo banco les hace a los municipales.
El Intendente Córdoba, ajustado económicamente, retrasó (no informó, no autorizó) durante dos meses estos pagos; es decir, se le descontaba al empleado pero no se le pagaba al banco. Esto, como es natural, genera una deuda entre el empleado y el banco que termina con la información de la institución bancaria al Banco Central y finalmente con el deudo en la lista del Veraz, más el inicio de los juicios por mora.
Ante la situación de falta de pago, el banco procedió a descontar los créditos de la gente en forma directa del monto total dispuesto para la municipalidad de Caleta Olivia, lo que derivó en el enojo del Intendente que atacó al banco demandándole que cesara en el ilícito de retener fondos y les pidió a los Concejales que aprobaran un proyecto para desafectar el pago de los haberes del sector, a través de la entidad de Ezquenazi. Los Concejales, cautos ante la desesperación del Intendente, prefirieron esperar y el Banco Santa Cruz le recordó a Córdoba que en su anterior gestión, el hoy Intendente, firmó el acuerdo cuya cláusula el banco ejecutó.
En tal sentido y con sano criterio la entidad crediticia expresó en un comunicado que con el objeto “de evitar un perjuicio a los trabajadores del Municipio de Caleta Olivia y clientes de nuestra entidad, quienes de otro modo y de acuerdo con las estrictas normas del Banco Central de la República Argentina debieran ser informados como deudores morosos e incumplidores de sus obligaciones, el Banco de Santa Cruz S.A. se vio en la obligación de percibir y cancelar las cuotas de los créditos retenidas por dicho Municipio”, expresa el texto de la entidad.
“Nuestro Banco ha efectuado tales débitos siempre dentro del marco de lo jurídicamente permitido, dando una prestación de servicios institucional en condiciones favorables para la Municipalidad y sus trabajadores, que deseamos continuar brindando en el tiempo” reafirma y aclara “todo débito efectuado en la cuenta de la Municipalidad de Caleta Olivia encuentra su fundamento en las autorizaciones previas otorgadas por el Convenio de Código de Descuento, suscripto en el año 2000 con su entonces y actual Intendente, José Manuel Córdoba, respondiendo a montos que previamente la Municipalidad retuvo de sus trabajadores en virtud de los créditos que el Banco otorga a los mismos“.
Como el perro
“Córdoba se mordió la cola, como el perro” le dijo esta mañana a OPI, un dirigente del gremio municipal, recordando que fue el mismo Córdoba quien, en su anterior gestión como Intendente, firmó este acuerdo que le permite al Banco realizar los descuentos en forma directa, precisamente, para evitar la ilegalidad en la que el propio Intendente incurre hoy. Porque si el banco no acciona de esta forma, el empleado queda como deudor ante la entidad y enfrenta el juicio por mora, mientras la Municipalidad se queda con su plata, ya que no es que el empleado no pague, porque de hecho a él se lo descuentan, pero Córdoba no autoriza el pago al banco, al no remitir el listado de los descuentos correspondientes.
Las mismas fuentes aseguran que el Intendente, ante la desesperación de hacerse de fondos, incurrió en una contradicción que lo deja doblemente expuesto: por un lado desconoce lo que firmó y por otro queda claro que pretende apropiarse de fondos que no son de él, aún a costa de comprometer la estabilidad jurídica de los empelados con respecto al banco, exponiéndolos a cobros ejecutivos, a embargos y, obviamente, a su aparición en los listados de deudores ante el Banco Central.
Distintas versiones rondan las acciones de Córdoba. Su enfrentamiento con el gobernador le resta capacidad presupuestaria y por otro lado, desde la nación no estarían dadas todas las condiciones para seguir ayudándolo eternamente. Le reprochan al Intendente, que haya generado tanto subsidio en los días de campaña, cuando era Ministro de Gobierno, los cuales hoy no puede sostener. (Agencia OPI Santa Cruz)