El escándalo por lavado de dinero comenzó a replicar en distintos puntos del país, uno de ellos es la provincia de Tucumán. De acuerdo a una investigación del diario La Gaceta un importante hotel levantado en la localidad de Amaicha, adquirido por la familia Barreiro de El Calafate, pertenecería a la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner.
Luego que se disparara el escándalo de lavado de dinero por parte de Lázaro Báez, en Canal 13 y se desencadenara un aluvión de denuncias y contradenuncias, el diario La Gaceta de Tucumán publicó hace una semana atrás, por intermedio de la periodista Gabriela Baigorrí, una investigación que recaló en la localidad de Amaicha, donde da cuenta de la existencia del hotel llamado “Altos de Amaicha”, proyecto que comenzó en el 2006 en los Valles Calchaquíes de la mano de Ricardo Barreiro, el Secretario de Néstor Kirchner y su esposa Marta Miroli.
De acuerdo a la investigación los vecinos cercanos al hotel confirmaron que la mujer de Barreiro era muy simpática, jubilada y en el vecindario la recuerdan con cariño. Si bien señalaron “que ya no la ven por ahí” desde hace algo más de un año, le ratificaron a la periodista que “estuvo muy presente en la construcción del complejo”.
“Sabemos que se hizo con plata mal habida“. Ahora hay otra gente a cargo, pero los dueños deben ser los mismos de antes. Viven cambiando, estas cosas turbias son así“, señala La Gaceta que recogieron como testimonios.
Las mismas versiones indican que “el hotel habría pertenecido a la mismísima ministra de Desarrollo Social y hermana del ex mandatario, Alicia Kirchner. Inclusive, algunos pequeños empresarios del rubro turístico recuerdan que fueron tentados por Miroli para venderle sus alojamientos. Pero los lazos con el kirchnerismo se reforzarían con Pablo Barreiro, hijo del matrimonio, quien en 2010 se había convertido en el quinto secretario de Cristina”, expresa la nota.
“Lo que se difundió son puras suspicacias que nacen del hecho de que somos de El Calafate. Soy una docente enamorada de los Valles. Siempre tuve la idea de emprender una posada que ayude a que los turistas se queden aquí y disfruten de la naturaleza“, había desmentido Miroli a La Gaceta en junio de 2007, antes de la inauguración. En ese entonces había dicho que la inversión fue de $ 700.000.
“Al principio, el hotel era de un señor del Sur del país y, luego, pasó a ser de la esposa, de apellido Miroli, por la división de bienes en la separación. Hará un año y medio ella me dijo que quería venderlo y así fue“, le confirmó hace unos días al diario tucumano, el comisionado comunal de Amaicha, Miguel Pastrana.
Según expresa La Gaceta que mandó gente a hospedarse allí efectivamente, en la factura de pago se consigna que la posada pertenece ahora a Gustavo Marcelo Moreno. Uno de sus hijos sería el encargado junto a su esposa. De acuerdo con Pastrana y otros vecinos, se trataría de una familia santiagueña que cuenta con comercios en Las Termas y con un restaurante en Tafí del Valle.
La investigación llegó hasta Angel Romano, un hombre de 71 años quien dice que el terreno sobre el que se edificó el “Altos de Amaicha” pertenecía a su familia. “Carmen Romano era mi abuela y era de ella, desde el barranco hasta la ruta. Ella no ocupaba el lugar, pero pagaba los impuestos. En Catastro figura que es de Félix Ayala, otro pariente suyo. Volví de Buenos Aires y me di con que un primo lo había vendido; él es de apellido Avalo y vive en Ampimpa“. Así resumió el intríngulis familiar, derivado de la posesión ancestral de las tierras por parte de las comunidades indígenas de la zona. Él y Rosa Ayala, otra descendiente, dijo, llevan adelante procesos judiciales para dirimir el conflicto en Tribunales. Por su parte, Marta Miroli, esposa de Barreiro, inició un juicio por prescripción adquisitiva que aún no tendría sentencia firme.
José Luis Ayala le contó a la periodista: “En 2006 me dieron plata para que compre a un tal Avalo y yo la vendí a Miroli. Fui un intermediario”, revela y da cuenta de que le pagaron $ 22.000 por el terreno de 50 por 170 metros. “Tuve poco contacto con ella. Fuimos a hacer la transacción en una escribanía de Santa María (Catamarca). Después supe que se separó y que quiso venderlo”, añadió. Ayala es taxista y se dedica a la compraventa de inmuebles.
Detalles
“Altos de Amaicha” está en la entrada de la ciudad, en el kilómetro 117 de la ruta provincial 307. Es uno de los tres alojamientos de mayor categoría del pueblo. Cuando La Gaceta visitó el lugar, no había otros huéspedes. Sólo los encargados, una mucama y el cocinero. No se trata de un hotel que derroche lujo, pero sí comodidades como hidromasajes en cada uno de los ocho cuartos, TV satelital, aire acondicionado y pileta climatizada. Ollas de barro y cuadros con pinturas rupestres se entremezclan con guiños modernos en la decoración. Durante el verano sería el favorito para los turistas extranjeros. Pese a los vaivenes políticos que lo remecen, desde la lomada y con una vista enmarcada por los cerros, sigue mirando altivo. (Agencia OPI Santa Cruz)