En las góndolas de los súper no se encuentran gran parte de los productos básicos que tienen valores acordados con el Gobierno. Las cadenas, sin embargo, niegan que haya desabastecimiento.
Por MARTÍN GROSZ/clarín – i eco
“Absolutamente normal”. Así fue, según las grandes cadenas de supermercados, el comienzo del nuevo acuerdo de precios “congelados”que rige desde el sábado para 500 productos. Sin embargo, Clarín y entidades de consumidores siguen detectando faltantes en artículos básicos del listado. Entre ellos, las versiones más baratas de azúcar, harina, aceite, arroz, fideos, yogur, carne picada y lavandina. Ayer, estos problemas seguían, incluso a pocas cuadras de la Casa Rosada y de la Secretaría de Comercio Interior.
“No hubo problemas de abastecimiento.
Quizás la oferta de productos va a estar mejor en el correr de los días. Pero fue todo absolutamente normal”, aseguró ayer Juan Vasco Martínez, director de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), entidad que agrupa a Coto, Disco, Jumbo, Vea, Carrefour, Walmart y otras cadenas que acordaron mantener hasta octubre los precios que tenían el 1° de febrero para los 500 productos.
“Todo resultó bien”, resumió Vasco Martínez, y agregó que “no hubo problemas” con los militantes que desde el viernes inspeccionan el cumplimiento del plan en 50 ciudades de todo el país.
En varias recorridas, en cambio, Clarín percibió una realidad distinta. El sábado, sólo estaba el 31% de los ítems de la lista que se buscaron en locales de Palermo, Caballito, Recoleta y San Nicolás. Y ayer los resultados fueron similares en locales de Coto, Disco y Carrefour de San Nicolás, en pleno centro.
Los faltantes no perdonan ni siquiera al Carrefour de Rivadavia y Carlos Pellegrini, a siete cuadras de donde trabajan la Presidenta y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. En ese local, 1 5 productos clave no estaban.
El azúcar Dominó de $ 2,80 el kilo, la única incluida, volvió a faltar ayer en todas las sucursales visitadas, al igual que el aceite Natura de 1,5 litro ($ 8,38), los fideos “coditos” Canale ($ 4) y las arvejas Noel ($ 3,80). Tampoco se halló el litro de leche Cindor a $ 6, el suavizante Vívere por $ 5,13 ni el litro de lavandina Ayudín por $ 2,70.
La lista también tiene otras opciones que casi no se pudieron encontrar, como los arroces Apóstoles y Maxiarroz ($ 3 el kilo), la harina Cañuelas de $ 2,60 y el pan Bimbo de salvado de 400 gramos por alrededor de $ 10,50, clave porque el listado carece de pan común.
Como el sábado, en Carrefour faltaba la carne picada común (no la especial) y fue casi imposible conseguir lácteos de precio bajo, entre ellos el Yogurísimo Firme de $ 2 (sólo estaba en Disco) y la Copa Serenito de $ 1,89. Mientras, el kilo de manzana a $ 2,99 que promete Coto siguió sin aparecer.
En otros locales, la Unión de Consumidores de Argentina vio un panorama similar. “Nos encontramos faltantes de productos de la canasta básica o su falta de reposición.
También verificamos que las cadenas pusieron límites de unidades por compra que antes no existían ”, contó el titular de la entidad, Fernando Blanco Muiño. Esos máximos llegan a 2 unidades y rigen en rubros como lácteos, aceites, harina, yerba y azúcar.
“Hay falta de stock en los productos básicos de la lista, pero sí se encuentran en las góndolas otros de la misma marca y similar etiqueta, mucho más caros ”, agregó Claudia Collado, presidenta de Adelco. Y criticó que algunas cadenas hayan excluido a los 500 productos de cualquier promoción o descuento. “ La lista la armaron los supermercados, y para ellos es otro gran negocio ”, afirmó.
El nuevo acuerdo de 500 precios, de cumplimiento obligatorio para las grandes cadenas, reemplazó al “congelamiento” que rigió desde el 1° de febrero para todos los productos, que pueden llegar a 30 mil en un hipermercado. Entre ellos, ya volvió a haber aumentos – de entre el 1,5 y el 20%– desde mayo, como se informó la semana pasada.
En esta nueva etapa, a diferencia de la anterior, el Gobierno difundió precios de referencia para los productos bajo acuerdo y pidió a organizaciones sociales y políticas que salgan a “mirar” las góndolas para “cuidar” que no aumenten.
Sin embargo, entre los 500, el mayor problema no parece ser que suban de precio, sino que aparezcan de una vez en las góndolas.