Este miércoles se cumple un año de su asilo político en la legación ecuatoriana en Londres. Dice que no abandonará el lugar, aun si Suecia renuncia a su solicitud de extradición, ya que cree que Estados Unidos también buscará un juicio en su contra.
El fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, dijo este martes que no abandonará la embajada ecuatoriana en Londres, aunque Suecia renuncie a stru solicitud de exadición, debido al riesgo de detención y entrega a EEUU.
Con motivo de cumplirse este miércoles un año de su asilo político en la legación para evitar ser extraditado, Assange declaró a la agencia británica «Press Association» que sus abogados creen queEEUU tiene preparada una salida legal para conseguir que sea detenido y llevado finalmente a ese país.
TEME POR SU VIDA
El ex «hacker» teme por su vida si es entregado a EEUU después de que el portal revelase miles de cables diplomáticos con información sensible sobre la política exterior de ese país.
Según sus declaraciones, Assange no saldrá de la embajada «a menos que el Gobierno británico dé información o garantías de que me concedería un salvoconducto seguro».
Sabemos que existe una investigación en EEUU y sabemos que soy un objetivo del gran jurado federal. Hay un 99,97% de posibilidades de que me imputen formalmente», señaló el informático.
RIESGO DETENCIÓN
Por ello, los abogados del fundador de WikiLeaks le recomiendan «no abandonar la embajada por el riesgo de detención y extradición a EEUU«, según indicó.
Assange fue detenido en diciembre de 2010 en Londres por orden de la fiscalía sueca por supuestas agresiones sexuales a dos mujeres suecas a las que conoció en Estocolmo.
Desde entonces, la justicia británica ha fallado a favor de su entrega al país nórdico, pero el australiano siempre ha mantenido que las acusaciones obedecen a una razón política.
LEGISLACIÓN INTERNACIONAL
En la entrevista, Assange criticó además la manera en la que el Gobierno del Reino Unido ha gestionado su caso al considerar que Londres no cumple con la legislación internacional en el trato a refugiados políticos.
«El Gobierno (británico) alega que tiene la obligación legal de extraditarme, aunque no se me ha acusado formalmente de nada. Está obligado (…) a aceptar el traspaso de refugiados políticos al país que les concede asilo», apuntó.
Su situación podría resolverse, según opinó, «si Suecia garantizara que no me van a extraditar a EEUU o si el Gobierno británico garantizara vetar cualquier extradición a EEUU«.
Si bien mostró esperanzas de que se llegue a una «solución diplomática» a su caso o de que «Suecia y las autoridades de EEUU cesen en su persecución«, consideró «altamente improbable que Suecia o el Gobierno británico digan públicamente que no a EEUU en este asunto».
Los Gobiernos británico y ecuatoriano acordaron el lunes en Londres crear un grupo de trabajo a fin de buscar una solución a la situación del periodista.