La Organización Mundial del Comercio (OMC) falló en contra de la Argentina en una disputa iniciada por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón por las trabas comerciales aplicadas por el país sudamericano. Estas tres naciones argumentaron que la Argentina no concedió licencias de forma automática a los importadores, según disponen las normas de la OMC, y esto le permitió proteger su «frágil economía», según consignó la agencia Reuters.
Un panel de la Organización compuesto por tres árbitros encontró que el país violó específicamente el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), suscrito en 1947 para reducir los aranceles aduaneros de forma sustancial, como así también las barreras comerciales. A su vez, el panel llamó al gobierno de Cristina Kirchner a retomar el respeto por las normas internacionales de comercio.
En declaraciones oficiales, la oficina del representante de comercio de los Estados Unidosaseguró que el fallo es una «gran victoria para los trabajadores norteamericanos, fabricantes y agricultores». Y agregó: «Las medidas proteccionistas de la Argentina impactan en un amplio segmento de las exportaciones de Estados Unidos, y afecta de forma potencial miles de millones de dólares de exportaciones que cada año generan trabajos de clase media y de calidad».
En febrero de 2012, el país comenzó a aplicar licencias de importación no automáticas y tan sólo dos meses después, la Argentina fue demandada por la Unión Europea, los Estados Unidos, Australia, Israel, Japón, Tailandia, Suiza, Noruega, Panamá, y Turquía y entre otros estados, que suman 43 en total.
Los demandantes consideraron que es «poco transparente» el manejo del comercio exterior que en su momento puso en marcha el ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cuando reemplazó el régimen de licencias no automáticas por el de las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI). Específicamente, los gobiernos critican que el gobierno argentino no informa los motivos por los cuales observa algunos formularios y demora su aprobación. Creen que el régimen es arbitrario y perjudica al comercio exterior porque muchosproductos no pueden ingresar al mercado argentino.